Fue el fin de semana cuando las ventas comenzaron a nivelarse y aun hay esperanza de que de aquí al año nuevo se venda todo.
De última hora, familias se han acercado a comprar piñatas y nochebuenas, lo que alivia a los comerciantes de Hidalgo tras una jornada de bajas ventas.
Es sobre la carretera México-Laredo a la altura del municipio de El Arenal, tierra del Señor de las Maravillas, donde hay una decena de viveros y hasta la semana pasada había miles de nochebuenas a la espera de ser adquiridas para adornar los hogares, previo a la Nochebuena y Navidad.
Sin embargo, los dueños de estos lugares estaban sufriendo, pues no había ventas.
Incluso tuvieron que comenzar a rematar las macetas de nochebuenas amarillas, blancas, rosas y rojas que adornaban un buen tramo de la carretera entre Actopan y San Agustín Tlaxiaca.
Como si se tratara de un milagro, este fin de semana vendieron lo que debían vender en toda la temporada que comenzó desde principios de diciembre.
“El fin de semana comenzó a venderse, gracias a Dios lo logramos, estábamos preocupados, pero como ven ya casi terminamos, aunque seguimos rematando”, dijo Hilda.
Mientras que, para Don Apolonio, hay esperanza de que en lo que resta de las fiestas de Navidad y Fin de Año, logre vender toda la flor que trajo desde Zitácuaro, Michoacán.

Reconoce que Puebla y Ciudad de México serían dos zonas más cercanas a Hidalgo para traer de aquellos lugares la flor, sin embargo, la que trae es de mejor calidad y es más durable.
“Nosotros tenemos suficiente flor, pero no estamos preocupados, tenemos hasta el Año Nuevo para vender todo lo que tenemos aquí y en el almacén”, menciona el hombre.
Estos viveros son familiares, son de los lugareños de este municipio que se constituye como la puerta de entrada al Valle del Mezquital, y de la venta de flores, macetas y cactus y bonsáis viven todo el año.