Un equipo de la embotelladora de Coca-Cola y su fundación Misión de Doña Margarita de Hidalgo y Puebla, acudieron a la comunidad de La Ceiba en Huauchinango, donde el río San Cristóbal arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Esperanza y alegría entre familias que lo perdieron todo, llevó una brigada de Grupo Rica a la comunidad de La Ceiba en Huauchinango, Puebla, donde entregaron agua, leche y despensas.
Cientos de mujeres se formaron para recibir la ayuda humanitaria.
Nancy Leo, directora de sustentabilidad de Grupo Rica y de Fundación Misión de Doña Margarita y directivos de la planta en la zona norte de Puebla, encabezaron la caravana de ayuda.
En La Ceiba, las familias ya esperaban la brigada de Grupo Rica pues uno de los habitantes de este lugar es colaborador de la empresa y también resultó damnificado, y es que en caso de desastres tiene tres líneas de acción: Apoyo a la comunidad, Ayuda a sus colaboradores y Atención especial a sus clientes para a que reinicien cuanto antes sus negocios mediante la reposición de sus refrigeradores y productos de todo el portafolio Coca-Cola.
Isaí es uno de los damnificados y prácticamente fue quien avisó a la empresa sobre el nivel de daños en su localidad, así fue como se organizó la brigada y con un camión cargado de víveres, agua y leche, llegaron a esta región.
Nancy Leo, sostuvo que uno de los propósitos de llegar a las zonas damnificadas es llevar un poco de ayuda a quienes en estos momentos la están pasando mal por el desastre natural que dejaron las lluvias.
Dijo que es gratificante ver los rostros de esperanza y las caritas de los niños de alegría al recibir la ayuda.
Mencionó que para Grupo Rica es importante retribuirle a la gente un poco de la preferencia que tienen hacia los productos de Coca por eso a los tenderos se les ayuda también a levantar sus negocios.
Una brigada especial llegó en un camión cargado con agua, cloro e insumos para limpieza y desinfección profunda para lavar las tiendas, como la de don Juan, quien señaló que como a las 10 de la noche comenzó a subir el nivel del río, para las 12 de la noche eso ya era un total desastre, el río entró a las casas y con su fuerza se llevó todo lo que encontró a su paso.
Las familias de La Ceiba lo perdieron todo, colchones, muebles, ropa, enseres electrodomésticos, aquí como en casi todas las zonas de Puebla, Hidalgo, Veracruz, el devastador huracán Priscilla, les arrebató en una noche lo que construyeron toda su vida.