El rugir vuelve a casa: entre motores, novatos y la ausencia de Checo Pérez, el Autódromo Hermanos Rodríguez vibró con la primera práctica libre encabezada por Charles Leclerc
El Autódromo Hermanos Rodríguez volvió a estremecerse con el inconfundible rugido de los motores al arrancar el Gran Premio de la Ciudad de México 2025, en una jornada que combinó emoción, juventud y orgullo mexicano.
La sesión de Práctica Libre 1 (FP1) tuvo como protagonista al mexicano Pato O’Ward, quien volvió a subirse al McLaren tras casi un año fuera del monoplaza, mientras que Charles Leclerc marcó el ritmo al liderar la tabla de tiempos con un Ferrari intratable.

El ambiente en las gradas fue una mezcla de fiesta y expectativa. Miles de aficionados ondearon banderas tricolores, corearon el nombre de Pato y mostraron su apoyo al piloto regiomontano, quien finalizó en la posición 13, siendo el segundo mejor novato del día con un registro de 1m19.680s.
“Es un honor correr frente a mi gente. Sentir su energía es algo único”, comentó O’Ward tras bajarse del auto, sonriente y empapado en la vibra del público que no dejó de aplaudirle.
La práctica estuvo marcada por la presencia de nueve pilotos debutantes, entre ellos Arvid Lindblad, quien tomó el asiento de Max Verstappen, y Franco Colapinto, que se colocó en la novena posición y fue el mejor representante de Alpine.
El circuito capitalino, vestido de fiesta, tuvo también una ausencia notoria: la de Sergio “Checo” Pérez, quien confirmó que no estará presente ni en la pista ni en las gradas. El tapatío decidió ver la carrera “desde casa”, mientras prepara su regreso para 2026 con el equipo Cadillac.
Entre los sonidos de los motores, las banderas ondeando y los gritos de apoyo, el Gran Premio de México inició con toda la pasión que caracteriza al público nacional, demostrando que, con o sin Checo en pista, la Fórmula 1 en México sigue latiendo con fuerza propia.

































































