
El esperado encuentro entre los líderes de Estados Unidos y China, Trump y Xi Jinping, busca reducir fricciones por aranceles, tierras raras e importaciones, además del tráfico de fentanilo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, sostendrán este jueves una reunión en Busan, Corea del Sur, en un intento por disminuir las tensiones bilaterales derivadas de los aranceles, las importaciones, las tierras raras y el tráfico de fentanilo.
El encuentro, considerado clave por analistas internacionales, podría marcar un nuevo capítulo en las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo, que han atravesado meses de fricciones comerciales y diplomáticas.
Antes de su llegada a Corea del Sur, Trump aseguró a bordo del Air Force One que mantiene expectativas positivas:
“Creo que tendremos una gran reunión con el presidente Xi y muchos problemas serán resueltos”, afirmó el mandatario estadounidense.
La cumbre se produce en un contexto de incertidumbre global por las disputas tecnológicas y comerciales entre ambas potencias, así como por la presión internacional para frenar el tráfico de precursores químicos del fentanilo, cuya producción ha sido señalada como una crisis de salud pública en Estados Unidos.
Fuentes diplomáticas adelantaron que el diálogo bilateral incluirá también temas de seguridad en Asia-Pacífico y posibles mecanismos para estabilizar los mercados internacionales.
El cara a cara promete ser tenso, y decisivo en muchas cuestiones que mantienen en vilo los mercados mundiales, dado que la primera economía del mundo (EEUU) y la segunda (China) mantienen choques casi constantes, especialmente desde la vuelta de Trump a la Casa Blanca en enero de 2025.


































































