El Megadomo de las Estrellas se consolida como epicentro cultural de la séptima edición del Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos
El estado de Hidalgo se convirtió en un mosaico de colores, música y tradición durante el segundo día de actividades del Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos (TNPM), que se realiza en el recinto ferial de Pachuca.
Gracias al trabajo conjunto entre el Gobierno de México y la administración del gobierno de Hidalgo, el Megadomo de las Estrellas reafirmó su papel como uno de los escenarios más emblemáticos de esta gran fiesta turística.

Desde la Sierra Norte de Puebla, el ballet folklórico municipal Xicotepekali llenó el escenario con danzas que narran escenas de la vida cotidiana de su región: el trabajo, la celebración, los rituales y la unión comunitaria. Para sus integrantes, presentarse en el TNPM va más allá de una muestra artística; representa un acto de memoria viva que fortalece la identidad y el sentido de pertenencia entre generaciones.
En el pabellón cultural alterno Egipto, la tradición se hizo sentir con la danza de los Morenos de Suchitlán, orgullo del Pueblo Mágico de Comala, Colima. J. Guadalupe Candelario, representante del grupo, compartió que pertenece a la cuarta generación de artesanos dedicados a la elaboración de máscaras y al rescate de las danzas heredadas de su padre.

Explicó que esta expresión dancística, inspirada en una interpretación náhuatl del arca de Noé, ha dado identidad a su comunidad y conserva un arraigo profundo entre niñas, niños y jóvenes, quienes encuentran en estas tradiciones un lazo con su historia.
El recorrido cultural del día reunió expresiones artísticas provenientes de Veracruz, Chihuahua, Ciudad de México, Nuevo León, Guanajuato, Nayarit y, por supuesto, del estado anfitrión, Hidalgo.
Entre aplausos, pasos firmes y miradas que celebran sus raíces, los Pueblos Mágicos demostraron que la cultura no sólo se exhibe: se comparte, se vive y se escribe colectivamente.

































































