El Duque de Wellington decía que siempre iba a ser importante saber todo lo relacionado con el enemigo, cuáles eran sus posiciones, sus recursos humanos, su intendencia, sus armas, como pensaba su Estado, la gente que se tenía a favor, por eso era tan importante crear una figura crucial para investigar todo el círculo de influencia de una persona: el espía. El espionaje es tan antiguo como la existencia del hombre en la tierra. Así podemos mencionar la masacre que se produjo en Asparn-Scheltz, llamada Talheim, en lo que actualmente se conoce como Austria en donde se puede constatar que ya desde ese entonces se utilizaba la figura del espionaje. Las primeras manifestaciones de la inteligencia del espionaje las encontramos también desde Mesopotamia A.C. Sargón I era tan consciente de la necesidad de información de inteligencia que tuve que servirse de espías en forma de exploradores, para poder conquistar aquellas tierras, a prueba de ello, existe hoy un día una tabla que muestra como el Rey de Acad utilizó mercaderes, espías durmientes del imperio para que le informaran de manera precisa sobre las regiones que planeaban dominar para poder planificar de manera adecuada la marcha de sus ejércitos.
Hoy nos encontramos con los malware que son un tipo de software pero utilizado de forma negativa. Un ejemplo es Pegasus, de origen israelita que ha servido para espiar a políticos, periodistas y líderes sociales. Esta aplicación se compró en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa en 6 mil millones de pesos, contratos firmados entre 2011 y 2012. Su fin era ser utilizado por la inteligencia militar y operaciones contra el narcotráfico pero al parecer eso era una cortina de humo, pues para lo que en realidad se utilizó fue para espiar a personajes importantes como al Presidente actual, su esposa e incluso a personas allegadas al mandatario, lo cual me parece un grave atentado contra la privacidad.
Según algunas fuentes, alrededor del mundo más de 600 políticos y funcionarios, 189 periodistas, 64 ejecutivos de negocios y 85 activistas, entre otros, habrían sido víctimas de este espionaje. Unos 50.000 números de teléfono habrían sido filtrados por esta empresa.
Santiago Nieto expresó que Enrique Peña Nieto también contrató a esta empresa en donde el contrato fue de 32 millones de dólares.