¿A dónde lo llevo joven?

Con el actual cambio de diseño de los taxis en nuestra capital hidalguense bien vale la pena recordar el origen de estos vehículos que han sido acompañantes incuestionables de los cambios y el crecimiento. 

El Sistema de Transporte Público Individual de Pasajeros, es decir el taxi. Desde su aparición, también conocidos como “automóviles de alquiler”, no sólo han cumplido con su labor de transportar pasajeros de un lado de la capital a otro, sino que también han servido como refugio para los cambios inesperados del clima citadino, como zona de descanso después de una caminata o de un pesado día laboral y, sobre todo, como contenedor de historias.

El poeta de la Antigua Roma, Publio Virgilio, habla en una de sus obras (las Églogas del rey de Atenas Erictonio), que como había nacido impedido de pies, se compadecía de quienes tenían su misma desgracia e inventó el carro de alquiler. Lo puso a disposición de quién lo necesitase. No era un taxi, tal y como lo conocemos hoy, pero sí era un servicio público urbano.

El taxi, como hoy lo conocemos existe desde el año 1640 cuando el francés Nicolas Sauvage, cochero de carruajes, abrió la primera empresa de taxis en la parisina Calle San Martín. Pese a no contar con un taxímetro (aparato que calcula la tarifa que debe pagar el pasajero), invento que aparecería muchísimos años más tarde gracias al alemán Wilheim Brühn, se puede considerar que el inventor del Taxi es Nicolas Sauvage. Ya que el concepto de que un ciudadano cualquiera pudiera montar en un medio de transporte y pagar por un trayecto es el mismo.

Unos pocos años más tarde, el filósofo Blaise Pascal, inventor de la calculadora, tuvo también la idea del transporte público en las grandes ciudades, por lo que en el año 1661, propuso un sistema de carruajes o carrozas que circularían en trayectos. El rey francés Luis XIV, concedió los permisos en 1662 y el servicio quedó establecido entre el centro de la urbe y sus suburbios.

En cuanto a México en el año de 1906 hubo un cambio radical en la historia del transporte de pasajeros. En el artículo “Nuevo sitio de coches en México” del semanario “El Mundo Ilustrado” se puede leer que emergía la competencia de las calandrias, que eran tiradas por animales en un evidente estado de maltrato y desnutrición, visible en la carencia de masa muscular y fuerza.

Dicha nota se esmeró por describir la problemática que envolvía a los carruajes y a sus dueños, quienes lograron eludir a las autoridades capitalinas de aquellos años y seguir dando servicio, cobrando lo mismo que aquellas con mayor calidad y cuya tarifa tenía un costo de 75 centavos la hora, “quedando así el público tan mal servido como antes y teniendo, en cambio, que pagar más”.

En este contexto se inauguró el primer sitio de coches modernos, propiedad del señor J. Ballina. Al interior se encontraban más de 200 carros disponibles para dar servicio a los habitantes de la metrópoli y de acuerdo con lo reportado por “El Mundo Ilustrado”, eran tirados por caballos de gran aspecto. El sitio tuvo una inversión de 100 pesos y también contaba con 50 coches franceses para el uso exclusivo de quien pudiera costear el viaje. 

Diversas fuentes apuntan que fue en 1911 cuando apareció en la vida de los taxis un aparato que cumplía con las funciones que hoy en día hace el taxímetro y se dice que el banderazo iniciaba en los 20 centavos e iba cambiando cada 200 metros. Cada cambió era anunciado con un timbrazo y a la cantidad inicial se le sumaban cinco centavos.

De acuerdo con Miguel Alejandro López Olvera, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, “el servicio de taxi puede catalogarse como (…) voluntario para el usuario, obligatorio para la administración pública, indispensable, constante” pero también “oneroso, de régimen jurídico exorbitante del derecho privado, y de régimen económico de oligopolio”.

El servicio de taxi ha cambiado conforme a las necesidades tanto del gremio vehicular como de los pasajeros; sin embargo en la actualidad se han roto los acuerdos, por lo menos en el Estado de Hidalgo y por ello el gremio de taxistas está molesto con los nuevos cambios que lejos de beneficiarlos perjudican a los trabajadores del volante con cuotas onerosas así como ciertos abusos que llevan al gremio del volante a manifestarse.

Hagamos una atenta invitación a las autoridades competentes para que ajusten las peticiones de forma adecuada y sin caer en abusos que perjudican finalmente a todos los que conformamos la ciudadanía, incluidos ellos. 

¿Tú lo crees?… Sí, yo también.  

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El Tlacuilo es historiador, divulgador, escritor e investigador que se encontró con la historia o la historia se encontró con él, cursó historia eslava en la Universidad de San Petersburgo, Rusia. Lector de tiempo completo, le encanta comer tacos por lo que tiene los triglicéridos altos. Convencido del poder de la palabra así como la necesidad de su divulgación ha participado en múltiples foros de análisis y debate así como ha colaborado en programas de radio y televisión y en múltiples medios impresos y digitales. Correo : avalon_lic@hotmail.com