En un intento por llevarla de regreso a su país y caer en manos del régimen de Lukashenko por criticar la política deportiva, la velocista Kristina Timanovskaya recibió apoyo y por lo pronto se quedará en Japón hasta saber qué país le dará acogida.
La atleta bielorrusa Kristina Timanovskaya, anunció que se vio obligada a suspender su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio y abandonar Japón para ser deportada a su país y enfrentar a su gobierno, todo por criticar la política deportiva implementada por el régimen de Lukashenko, aunque por lo pronto consiguió ayuda y logró ponerse a salvo y bajo protección policial, luego de un intento de secuestro para retornarla a su país de origen.
«Estoy a salvo y se está tomando la decisión sobre dónde voy a pasar la noche», dijo a través de un video, que ha generado todo tipo de apoyo a su favor tras conocer la situación que atraviesa.
El propio Comité Olímpico Internacional (COI) posteó en Twitter que conoció de este caso a través de los medios y que ha pedido una aclaración a Bielorrusia.
Además, informó que ya está en contacto con la atleta, que les ha asegurado que se siente a salvo bajo la protección de la policía japonesa.
Timanovskaya, debía competir este lunes en los Juegos en las eliminatorias olímpicas de 200 metros, pero en un vídeo dio a conocer que oficiales bielorrusos la obligaron a recoger sus cosas y dirigirse al aeropuerto, por lo que solicitó ayuda al Comité Olímpico Internacional.
“Hay presión en mi contra. Están tratando de sacarme del país sin mi permiso. Le pido al COI que se involucre”, ha denunciado muy a tiempo porque en estos momentos, la deportista ya se encuentra en la comisaría del aeropuerto bajo la vigilancia del Ministerio de Exteriores japonés.
“No tengo miedo de ser expulsada del equipo nacional. Tengo miedo de ser arrestada en Bielorrusia. Los oficiales han dicho que la orden de sacarme de aquí venía de muy arriba”, alertó Tsimanouskaya.
Un portavoz de la Fundación Bielorrusa de Solidaridad Deportiva, que apoya a atletas encarcelados o marginados por sus opiniones políticas, aseguraron que Tsimanouskaya fue llevada a un lugar seguro y que estará en contacto con diplomáticos europeos.
Todo el problema surgió durante estos Juegos Olímpicos, ya que la joven criticó a la organización de su país por haberla inscrito en el relevo 4×400, a pesar de que nunca corrió en el evento, lo que molestó al Comité Olímpico Nacional de Bielorrusia, que dirige el hijo del presidente, Viktor Lukashenko.
Ambos están vetados por el Comité Olímpico Internacional (COI) luego de que existen diversas quejas de los atletas sobre represalias e intimidación de la que habían sido objeto como consecuencia de las protestas desde agosto pasado después de las disputadas elecciones presidenciales del país.
El Comité Bielorruso, afirmó que el retiro de Timanovskaya es una lesión, pero la deportista rechazó tal versión.