¿Sabes que es la numismática?.
La numismática es una rama de la historia que se encarga del estudio de las monedas y billetes que han surgido a lo largo de la historia, el momento histórico que representan, periodo de acuñación, etc. Las personas que les gusta la numismática, coleccionan billetes y monedas de ediciones especiales o bien, aquellas que tienen errores en su impresión o tienen peculiaridades en su número de serie. Coleccionan, por ejemplo, billetes donde el número de serie empieza con AA000, aquellos donde escribieron un número en lugar de una letra, o bien, que son de color diferente al habitual, en fin. Ahora todos tenemos una buena razón para ser numismáticos.
Seguramente has notado que los billetes nuevos (denominados “familia G”, la cual comenzó a circular en agosto 2018) tienen, al reverso, imágenes que representan diversos ecosistemas. Y aunque no lo creas, el Banco de México, los diseñó en base a una serie de estudios neurocientíficos que evalúan la percepción háptica (táctil) y visual. O sea que, a manera de mensaje subliminal, los billetes están hechos para generarte sensaciones táctiles y visuales agradables, para que los uses con gusto, para que al verlos digas “¡Que bonito billete, que bonita textura!”. Y de paso transmitirte un mensaje.
Lo que ahora quiero comentar en ésta columna, es que, precisamente en ésta familia, al incluirle diseños de ecosistemas, el Banco de México, pretende “…destacar el hecho de que nuestro país es poseedor de una gran riqueza natural, que es la materia básica del desarrollo económico y social, cuya existencia nos confiere una gran responsabilidad como sus custodios, ya que será la herencia para las nuevas generaciones.” Sic.
En el nuevo billete de $20 ése que tiene la representación de la entrada del ejército trigarante a la Ciudad de México, no el de Benito Juárez, el otro. En ése billete, al reverso, se representa el ecosistema de manglares con el cocodrilo mexicano y la garza chocolatera en la Reserva de la Biósfera Sian Ka’an, en el estado de Quintana Roo.
En el de $50, el moradito, se representa el ecosistema de ríos y lagos con el ajolote y el maíz en Xochimilco, en la Ciudad de México. En el de $100, el rosa, con la imagen de Sor Juana, Se representa el ecosistema de bosques templados con los árboles de pino, encino y oyamel, en la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, localizada en los estados de México y Michoacán, En el de $200, al ecosistema de matorrales y desiertos a través del águila real en la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, en Sonora. En el de $500, el primero de la familia G, el azulito de Don Benito, se representa el ecosistema de costas, mares e islas a través de una ballena gris con su ballenato en la Reserva de la Biósfera el Vizcaíno, en Baja California Sur. En el de $1000, se representa el ecosistema de selvas húmedas con el jaguar y los árboles de la ceiba y el zapote, en la Antigua Ciudad Maya y bosques tropicales protegidos de Calakmul en Campeche. Todos éstos lugares, considerados patrimonios naturales de la humanidad por la UNESCO
¡Qué detallazo!, a ver si con tanta ciencia subliminal, ´por fin se mete en la cabeza de la gente, la conciencia ecológica. Si no se logra, nuestros billetes servirán para recordar que alguna vez tuvimos un bello país megadiverso, el cual dejamos perder. Si ésos ecosistemas se pierden, nuestra familia G de billetes, valdrá mucho más entre los coleccionistas internacionales por las imágenes de las especies extintas y los mexicanos coleccionaremos nuestros billetes para tener, aunque sea un recuerdo de aquella flora y fauna que ahí se representa, seremos numismáticos, pues.
Dato curioso, en China pasó algo similar, ya que desde 1982, comenzaron a acuñarse diversas monedas alusivas al oso panda, actualmente son coleccionables y ahora también hay billetes de 100 yuanes (un yuan es igual a $3.16 mexicanos); al convertirse el panda en un símbolo emblemático de China, se ha hecho más por su conservación y ahora, de ser una especie en peligro de extensión, pasó a ser una grupo vulnerable, lo cual es menos terrible. ¿Será que esto pasará alguna vez en México? Ojalá hubieran puesto en el billete de $20 pesos, el de mayor circulación, a la vaquita marina, ¿o será que ya la dan por muerta- extinta?
Otro dato curioso, tal vez tengamos un billete de $2, 000. ¡Así es, de $2,000!. En el anverso tendrá a Octavio Paz y a Rosario Castellanos y en reverso tendrá el ecosistema de selvas secas, el murciélago magueyero y el agave.
¿Como ves?
Chaneke verde