Productores de maíz exigen precios justos, apoyos al campo y la exclusión del grano básico del T-MEC
Este martes 14 de octubre, cientos de agricultores hidalguenses se sumaron al paro nacional en defensa del maíz y la producción agrícola, que se desarrolla simultáneamente en estados como Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Sinaloa y Veracruz, con el objetivo de exigir mejores condiciones para el sector, precios justos y apoyos gubernamentales.
Los manifestantes demandan además que el maíz sea excluido de los granos básicos contemplados en el T-MEC, al considerar que el tratado comercial ha afectado la competitividad del campo mexicano frente a las importaciones.
En Hidalgo, los bloqueos se concentran en San Salvador, Francisco I. Madero, Tezontepec de Aldama, Actopan y El Arenal, donde campesinos mantienen cerradas las carreteras México–Laredo, a la altura de Caxuxi, y Actopan–Progreso de Obregón, en la comunidad de Bocamiño.
Los productores aseguraron haber tenido un acercamiento con el secretario de Gobierno estatal, Guillermo Olivares Reyna, quien propuso una reunión privada para alcanzar acuerdos. Sin embargo, los manifestantes rechazaron la propuesta, insistiendo en que el diálogo debe incluir a todos los representantes del movimiento agrícola.
El paro nacional se ha extendido también a otros puntos del país, donde se han registrado momentos de tensión entre campesinos y elementos de la Guardia Nacional, como ocurrió en la caseta de cobro San Miguel, sobre la carretera México 15, donde los agentes de la Guardia Nacional intentaron dialogar con los productores que mantienen el cierre total de los carriles.
Los manifestantes interpretaron la presencia de los elementos federales como un intento de intimidación y reiteraron que no cederán hasta que sus demandas sean atendidas.
“Estamos defendiendo el campo y no nos vamos a mover hasta ser escuchados”, expresaron los agricultores durante la protesta.
En los distintos puntos de bloqueo se mantiene un operativo de seguridad coordinado por la Guardia Nacional, la Policía Estatal y las corporaciones municipales, con el objetivo de evitar enfrentamientos y mantener el orden.
El movimiento campesino busca presionar al gobierno federal para garantizar precios de garantía justos, reducir los costos de producción y fortalecer los programas de apoyo al campo, en defensa de un sector que consideran abandonado ante la crisis económica y climática que enfrenta el país.