«La relación entre la alimentación y la salud mental es más fuerte de lo que pensamos. El famoso «bajón» que sentimos después de los atracones no solo es físico, también emocional…”
Por Kathya Moreno
Cada año, el famoso maratón Guadalupe-Reyes nos pone en modo fiesta desde el 12 de diciembre hasta el 6 de enero. Una mezcla de celebraciones religiosas, reuniones familiares, brindis con amigos y, por supuesto, uno que otro exceso. Pero, ¿alguna vez nos hemos detenido a pensar cómo afecta esto a nuestra salud mental? Spoiler alert: no todo es alegría y posadas.
Primero, hablemos del contexto. Estas fechas vienen cargadas de expectativas: dar el regalo perfecto, preparar la cena más espectacular, estar felices las 24/7 porque, bueno, “es Navidad”. Pero esta presión de ser la versión ideal de nosotros mismos puede terminar convirtiéndose en una fuente de estrés y ansiedad.
El exceso de compromisos sociales también juega su papel. Ir de fiesta en fiesta suena divertido, pero la realidad es que muchas veces lo hacemos por compromiso y no porque realmente lo disfrutemos. Y mientras tanto, el sueño, la rutina y hasta la cartera sufren las consecuencias. ¡Ojo ahí!
Ahora, hablemos de los excesos. El Guadalupe-Reyes es casi un sinónimo de comida y bebida en cantidades industriales. Claro, un buen ponche o unas enchiladas de recalentado no le hacen mal a nadie, pero cuando esto se convierte en día tras día de excesos, el cuerpo y la mente empiezan a pasar factura. La relación entre la alimentación y la salud mental es más fuerte de lo que pensamos. El famoso «bajón» que sentimos después de los atracones no solo es físico, también emocional.
Y no podemos dejar de lado el golpe emocional que llega en enero. Lo que llamamos la “cuesta de enero” no solo afecta el bolsillo, también la mente. Después de semanas de alegría, decoraciones y reuniones, el regreso a la rutina puede sentirse como un balde de agua fría. Y si le sumamos los propósitos de año nuevo que abandonamos al día siguiente… bueno, es un cóctel perfecto para la frustración.
Pero no todo está perdido. El Guadalupe-Reyes también puede ser una oportunidad para cultivar nuestra salud mental, si lo hacemos con equilibrio. Aquí van algunos tips:
- Aprende a decir no. No tienes que ir a todas las posadas ni aceptar todos los brindis. Prioriza lo que realmente disfrutas.
- Escucha a tu cuerpo. Si necesitas un día de descanso, tómatelo. Dormir y desconectarte también son formas de celebrar.
- Regala tiempo, no cosas. Muchas veces, una buena charla con un ser querido vale más que cualquier objeto.
- Planea tus gastos. Evitarás el estrés económico de enero.
- Haz espacio para ti. Meditar, caminar o simplemente sentarte a reflexionar te ayudará a mantenerte centrado.
Al final del día, el Guadalupe-Reyes no tiene que ser un maratón de desgaste. Si lo vivimos con intención y balance, puede ser un tiempo para recargar energías y conectar con lo que realmente importa. Así que, ¿fiesta o descanso? La respuesta está en tus manos. ¡Feliz maratón (con moderación)!
Construyamos juntos la mejor versión de ti.
@proyecto_be