La LXVI Legislatura aprobó por unanimidad una reforma constitucional que fortalece los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos. Además, se presentaron iniciativas para proteger a adultos mayores, personas con discapacidad y víctimas de acecho.
Por: Perla Baños.
Pachuca, Hgo.— En un paso histórico hacia la justicia social y el reconocimiento de la diversidad cultural en la entidad, el Congreso del Estado de Hidalgo aprobó por unanimidad la reforma constitucional que garantiza y amplía los derechos de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas.
Con 29 votos a favor, la LXVI Legislatura avaló el dictamen emitido por la Primera Comisión Permanente de Legislación y Puntos Constitucionales, estableciendo un precedente legal que reconoce a estas comunidades como sujetos plenos de derecho en la vida política, social y económica del estado.
Durante la sesión, y ante la presencia de presidentes municipales y representantes indígenas, la diputada Yarabi González Martínez destacó desde tribuna que esta reforma representa un cambio de fondo en la estructura legal de Hidalgo. “La inclusión no es un favor, es un derecho constitucional que hoy empieza a consolidarse”, enfatizó.
Por su parte, el legislador Marco Antonio Mendoza Bustamante señaló: “Los pueblos indígenas no necesitan que hablemos por ellos, necesitan que les devolvamos el espacio que siempre fue suyo. Es hora de escuchar, respetar y garantizar sus derechos en igualdad de condiciones”.
Más iniciativas con impacto social
En esta misma jornada legislativa, las diputadas Tania Eréndira Meza Escorza y Diana Rangel Zúñiga presentaron una propuesta para modificar la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores y la Ley Integral para las Personas con Discapacidad, con el objetivo de armonizar el marco legal estatal con el artículo cuarto reformado de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de bienestar social.
Asimismo, la diputada Claudia Lilia Luna Islas propuso reformar el Código Penal del Estado de Hidalgo para tipificar de manera autónoma el delito de acecho, definido como una conducta reiterada e intencional de vigilancia o persecución que cause miedo, ansiedad o afectaciones graves en la vida de las víctimas, incluso sin violencia física directa.