Dan último adiós a Adriel en Santiago de Anaya

La comunidad del Xitso está de luto y al mismo tiempo hay indignación por la muerte del niño, pues fue en la escuela donde la violencia de sus compañeros provocó su muerte.

En el Xitso una comunidad indígena del Valle del Mezquital, hay dolor y hay coraje, hay incluso preocupación porque la muerte ronda en las escuelas donde la violencia entre los niños es una constante y nadie pone orden.

En medio de una profunda tristeza este jueves 14 de marzo, sus padres, familiares, amigos y vecinos le dieron el último adiós a Adriel, el niño de 11 años víctima de bullying.

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Justicia para Adriel: Piden que se investigue el caso

Durante el trayecto al cementerio, la comunidad perteneciente a Santiago de Anaya, exigió justicia para esclarecer la muerte de Adriel y castigar a los responsables.

Decenas de personas caminaron por sus calles de terracería detrás del féretro blanco en el que se encontraba el cuerpecito para ser sepultado en el panteón de la localidad, en pleno Valle del Mezquital, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital hidalguense.

“Este es uno de los casos más tristes que nos ha ocurrido en la comunidad, y pues no podemos permitir que continué porque nuestros hijos deberían estar seguros en sus escuelas y lamentablemente no es así”, lamentó Juanita Martínez.

El dolor se mezcla con coraje cuando, entre vecinos comentan cómo fue que murió Adriel y es que los médicos decretaron muerte cerebral y coágulos en el estómago derivado de fuertes golpes recibidos al interior de su escuela.

Pero esta no fue la única vez que el niño habría sufrido una agresión, pues ya se sabía que dos de sus compañeros lo molestaban y golpeaban si no les daba dinero.

Por ello, ahora, el pueblo exige que haya una profunda investigación del caso y se castigue a los responsables y en este caso no solo a los niños responsables, a sus padres o tutores sino al director del plantel y a la profesora de Adriel quienes sabían del bullying que sufría y no hicieron nada para contener la situación.

Lo más grave es que el día de los hechos el niño fue llevado a su casa sin seguir ningún tipo de protocolo ante las lesiones que presentaba, pues de otra manera, con una atención médica oportuna quizás la historia hubiera sido otra.

Entre lágrimas, el padre de la víctima prometió que este hecho no quedaría impune y buscará que los responsables de la muerte de su hijo paguen.