Dará Obrador otra ‘vuelta a la tuerca’ para reducir el chorro de gastos públicos

Sin duda, en los gobiernos denominados conservadores, que practicaban el neoliberalismo, fue típico que los funcionarios utilizarán sus puestos para hacer su riqueza, pero, el presidente López Obrador advirtió este miércoles, que su Ley de austeridad podría ser reformada para acabar por completo con los lujos de los funcionarios, que mencionó “se mal acostumbraron.»

Dicho de otra manera, lo que el presidente pretende es darle más al pueblo, por lo que analiza dar una “vuelta de tuerca” al gasto del Gobierno federal, que podría ser una estrategia más, para incrementar su popularidad, de cara a los procesos electorales que se avecinan.

No obstante, su propuesta es viable sobre todo si con ello se pretende reducir, como lo ha dicho, la brecha de rezago y desigualdad que hay en México, que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) hay 55.7 millones de personas en situación de pobreza, 43.9% del total de la población, de las cuales 10.8 millones (8.5%) está en situación de pobreza extrema, que de acuerdo a un reporte de BBVA entre 2018 y 2020, el número de pobres aumentó 3.8 millones y 2.1 en pobreza extrema.

Por eso el presidente se inclina por acabar con el derroche de los funcionarios, que resultó un lastre en los gobiernos neoliberales que dejaron a millones en la pobreza y una clase media endeudada y en vísperas de la extinción.

De hecho, lo que el presidente plantea es pasar de la austeridad republicana a una fase superior de “pobreza franciscana”, pero, según parece esto sólo aplica para los funcionarios, aunque el monto que llega a la población también sugiere lo mismo poniendo de frente las oportunidades de trabajo, que cada día son menores.

Pero al poner sobre la mesa que su política de austeridad debe ser más exhaustiva, se inspira, como lo reitera, en uno de sus héroes y figuras que más admira: Benito Juárez, el Benemérito de las Américas, quien tenía como lema vivir en la “honrosa medianía”.

Pero en fondo, apunta a los frailes franciscanos que tienen como Santo Patrón a San Francisco de Asís que llevan una vida religiosa centrada en la pobreza y la caridad, que no les permite tener pertenencias ni posesiones, salvo lo indispensable -como vestido y sustento- para vivir, como lo hizo su Santo Patrono para vivir, emulando la vida de Jesús.

En este sentido, la austeridad republicana parece que no le ha llenado al mandatario sus promesas de que ‘primero lo pobres’ por lo que refiere una reforma a la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos, no solo para que nadie gane más que el presidente, sino para que acabar con el derroche y adoptar la reducción en los viajes al extranjero y viáticos, y con esos ahorros que se obtengan se canalicen al desarrollo y entrega de apoyos a más personas vulnerables y necesitadas.