Este es el tercer día que Erik Valdovinos ofrece nochebuenas traídas desde Zitácuaro, Michoacán, para el estado de Hidalgo, mientras se avecina la temporada decembrina.
Por Oliver García
El camino es largo y con tráfico. Para que los ciudadanos pachuqueños puedan adquirir flores rojas y amarillas se pasan dificultades. La de color, dice, «está bendita», pues los ejemplares son limitados.
«Han venido señores ya grandes, señoras y más jóvenes a comprar, con sus esposos. Es la temporada, es Navidad, es la Bella Airosa, históricamente sí tiene muy buena venta, aunque se ha encarecido todo porque la gasolina en Michoacán es muy cara, los fertilizantes y todo».
Existen diferentes tipos de cultivos en los invernaderos, dice, otros se dedican a la producción de belenes y malvas. En su caso, es la primera vez que visita Hidalgo, pero los organizados vienen desde hace diez años a la entidad, señala.
Después de adquirir la planta, el productor recomienda sacarla de la bolsa y agregar un poco de agua, pero no demasiada porque no le gusta tanta, menciona. Cuando se marchita, se rocían los pétalos y se introduce nuevamente en la bolsa para que «reviva».
Valdovinos espera durante el día y parte de la noche el arribo de los clientes, algunos son viajeros que transitan por la carretera Pachuca- Tulancingo y se detienen, al lado de la plaza Universidad para observar las flores.