ANGEL CANO. Me encantaría poder creer eso, de hecho, me enerva sobre manera que alguien me lo diga. ¿Acaso no ven a su alrededor?. Pues hoy, dado que prometí que metería conciencia ambiental en la cabeza de todos, les guste o no, les voy a poner como ejemplos situaciones de la vida diaria que demuestran que ya lo estamos viviendo, o, mejor dicho, sobreviviendo. Porque eso es lo que está pasando, realmente ya no podemos frenar el cambio climático, ya llegó, ya está aquí. Ahora la cosa es intentar impedir que avance más, que llegue a ser irreversible, para eso, en la COP26 o Cumbre de las Naciones para el Cambio Climático, de la que hablé la semana pasada, se dijo, como en las de años anteriores, que solo tenemos hasta el 2030 para lograrlo, es decir, nos quedan ocho años. Llegando a ésa fecha ya no habrá vuelta atrás.
Lo peor de llegar a ése momento, es que la restauración del planeta a manos de los humanos será imposible. La vida en la tierra se re- establecerá una vez que nos extingamos (y de paso, nos llevemos entre las patas a buena parte de las especies de plantas y animales). Llegado ése momento, estaremos viviendo la peor crisis por falta de recursos de toda la historia.
¿No me crees?. Bueno, piénsalo. Comencemos por lo caro que está todo en el mercado. Es un hecho bien sabido que cada año muchas cosas suben de precio, excepto las frutas y verduras, que suben o bajan de precio conforme haya más o menos producto, es decir, la oferta y la demanda. Hace meses el limón llegó a costar $80 el kilo y ahora está a $15 pesos. El aguacate rara vez baja de $50, el kilo. ¿Qué significa esto? Que la producción es insuficiente. Y es que la realidad es que nuestro campo mexicano, se encuentra muy deteriorado, con grandes pérdidas de suelo fértil aunado a las sequías y heladas imprevistas que son consecuencia del cambio climático. Sin contar la migración de los productores o la falta de programas de producción estratégica sustentable, de lo cual no hablaré mucho, porque para eso están los economistas, los cuales tienen ya muchas columnas en todos los periódicos del país.
Pero como los políticos te regalan vales de despensa, apoyos económicos o llegan a acuerdos con los productores, para evitar tanta alza a los productos (inclusive hay multas), pues, no alcanzas a ver la totalidad del problema. Total, mientras te alcance, ya la libraste, y si no te alcanza, pues no compras y ya. Y como dice el refrán “no ves más allá de tus narices”.
La semana pasada me quedé sin agua, como el abasto ha sido insuficiente en Pachuca y alrededores, entonces tuve que pedirle agua de su cisterna a mi vecino, de buena gana me donó algunos litros. Consideré en pedir una pipa de agua para llenar mi cisterna y de paso, reponerle la que me regaló. De paso, consideramos tomarle un poco de agua prestada a una casa deshabitada, aunque suena deshonesto, juro que si la pedimos prestada, le hablamos al dueño, pero al poco rato, un familiar del dueño, quien no se enteró del acuerdo, llegó a reclamarme por estar tomando agua sin permiso. Aunque teóricamente, si tenía permiso, decidí dejar de hacerlo. Habiendo suspendido la operación de acarreo de agua; comencé a platicar con el vecino, fue él mismo quien reflexionó en lo terrible de la situación que vendrá en los próximos 10 años y si acertado comentario fue “…no, cuales diez años, ya lo estamos viviendo…”Menos mal que está consciente de ello, pero una duda me atacó y no pude evitar preguntarle
– ¿Oye y que vas a hacer, tu que te dedicas a construir casas?- cabe aclarar que no es albañil, mas bien es un micro- empresario de la construcción: compra terrenos y materiales, contrata a los albañiles y vende las casas que se construyen. Obviamente tiene que tramitar los permisos de construcción y conectarlas a los servicios de agua potable municipales.
– Pues tengo que ponerle cisternas a todas las casas que hago.
– Oye, ¿y cuando no haya más agua?
– ¡Pues quien sabe que va a pasar!, por lo pronto, hay que darle hasta donde alcance, si no, ¿de que voy a vivir?
Ah, no, pues si… Estamos conscientes de que ahora escasea el agua y el desabasto se pondrá peor, pero no dejará de construir casas que consumirán agua, ¡porque no tendrá de que vivir!. Bueno, pues démosle hasta donde alcance, total, después “Dios proveerá”. Otra frase que me enerva sorbe manera porque la gran mayoría de los mexicanos, siguen confiando su existencia a un ser omnipotente de existencia dudosa indemostrable.
Por cierto, comentario final. Aquí en Pachuca, si no rebasas el consumo mínimo de 9 mts. cúbicos de agua al mes, pagas solo $134. La pipa que pensaba contratar me iba a cobrar $800 por llenar mi cisterna y tinaco, lo cual equivale a 6 metros cúbitos. Haz cuentas, un metro cúbico (1000 litros) abastecido por la red municipal, te cuesta como $15. Mientras que la pipa te lo vende en $75 o $100. Pero claro, como pagas, impuestos, tienes derecho a eso y más. Si así fuera, cada quien debiera tener acceso al agua en base a la proporción de impuestos que paguen.
Oye, por cierto, hace un par de años, cuando entró en crisis la Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, el gobierno estableció un programa de abasto razonado de agua, solo 80 litros por persona, claro. En los barrios pobres, pero en las zonas hoteleras de gran turismo, jamás faltó. Bueno no vayamos a Sudáfrica, aquí tenemos otra ciudad, “San José del Cabo”, en Baja California Sur, cuidad hermana de “Cabo San Lucas”; el lugar que conocemos como “Los Cabos”, desde hace décadas, consigue gran parte del agua potable gracias a la “planta desalinadora”, como ellos le llaman, la cual básicamente le retira buena cantidad de los minerales al agua de mar, para dotar de agua potable a los barrios pobres de la desértica ciudad. Obvio, cuando vas, solo conoces la zona hotelera, donde jamás falta agua y tus vacaciones transcurren en albercas paradisiacas, mientras que la población marginada, apenas puede llenar un tinaco de 1000 litros, una vez cada 10 o 15 días.
¿Quieres más ejemplos? La onda de calor que vivimos, no es normal. En las noticias, solo te dicen que vendrá y que estará muy fuerte, a lo mejor, tal vez te digan que es la peor en las últimas décadas, pero de ahí no pasa, no te dicen que es causa del calentamiento global y mucho menos te va a importar ver un documental al respecto, porque de seguro preferirás ver el futbol, la novela o el exatlon. También por eso, las televisoras más grandes, no cederán tiempo de su programación para transmitir mesas de análisis, porque ello no generará rating. “ No hay peor ciego que el que no quiere ver”
¿O tu qué piensas?
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