patricia gonzalez

Después de que hemos visto tantas difamaciones y calumnias, el enojo de la sociedad con algunos medios es muy visible y notable. Los medios de comunicación, en tiempos del neoliberalismo, actuaban gracias a sus intereses, sin ética profesional, rectitud y honestidad, hoy, mucho han empeorado. Recordemos aquellas campañas absurdas en las que se difamaba a López Obrador, haciéndose énfasis con que “era un peligro para México”. Con todo y los esfuerzos de los opositores, los golpes blandos a la Cuarta Transformación no han tenido una puntería adecuada, pues se han desmentido rumores.
Recordemos nuevamente a Noam Chomsky, gran pensador y lingüista, quien habla sobre las estrategias de manipulación mediática.

Anteriormente percibimos que en nuestra sociedad se utiliza la distracción, gradualidad y difamación, ahora mencionaremos una más: el aspecto emocional.  Aquí se hace uso de las emociones para realizar un corto circuito en un análisis racional afectando directamente el sentido crítico de los individuos. La utilización del aspecto emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones o inducir comportamientos. Esto lo vimos en las campañas de Donald Trump, ya que se apelaba a que las personas latinoamericanas éramos criminales y violadores, despertando así la intranquilidad en los ciudadanos estadounidenses.

Ahora bien, ¿cómo está pasando esto en nuestra sociedad? Los medios de comunicación y los opositores de Morena atacan a nuestro mandatario sin análisis crítico. Es decir que solamente hacen hincapié en querer demostrar supuestamente “lo malo” en su gobierno, cuando varias de esas acciones solamente tienen el propósito de combatir la corrupción o de mejorar la economía del país. Por ejemplo, la tan criticada Revocación de Mandato, los medios insisten en que López Obrador está siendo injusto con el INE; pero, dicha institución tiene el propósito de ejercer la democracia.

Las campañas contra nuestro mandatario, las noticias tergiversadas y la falta de análisis crítico para interpretar lo que se dice de Morena, son la demostración del mal manejo en los medios de comunicación para derribar al gobierno actual. Sin embargo, la fuerza de nuestro partido es enorme. ¡El que nada debe nada teme!