El uso de terapia respiratoria de alto flujo ayuda a prevenir intubaciones, reducir complicaciones hospitalarias y disminuir costos en la atención médica
Durante el foro “De la prevención a la innovación: nuevas perspectivas en la terapia respiratoria”, realizado en la Cámara de Diputados y promovido por el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN), especialistas en medicina intensiva, neumología y neonatología coincidieron en que la implementación de terapias de alto flujo y métodos no invasivos de ventilación son herramientas eficaces para prevenir intubaciones, reducir complicaciones hospitalarias y disminuir costos de atención.
El médico Saúl Trejo destacó que la relación costo-beneficio de estos tratamientos es favorable, ya que permiten “evitar una intubación y una hospitalización en terapia intensiva”.

Recordó que un día en cuidados intensivos puede superar los 72 mil pesos, mientras que el uso de ventilación mecánica rebasa los 49 mil pesos, en contraste con las terapias de alto flujo, que resultan menos invasivas y más económicas.
“Cuando identificamos en urgencias a un paciente con problemas respiratorios, es ahí donde debemos aplicar la terapia. Las primeras cuatro a seis horas son las más importantes para evitar que el paciente evolucione a una etapa más grave”, puntualizó.
Trejo explicó que los principales beneficios de esta técnica incluyen la disminución de intubaciones, la prevención de neumonías asociadas al ventilador y la reducción de los días de estancia hospitalaria. Subrayó que una neumonía de este tipo puede costar hasta 150 mil pesos por paciente y alargar su hospitalización entre siete y diez días.
Además, señaló la necesidad de ampliar el acceso a estas terapias en el sistema público de salud, pues, aunque su uso se extendió con la pandemia de Covid-19, no todos los hospitales cuentan con el equipo necesario.
Por su parte, el doctor José Luis Patiño Galeana, jefe de inaloterapia del Hospital Star Médica Infantil, explicó que 15 por ciento de las hospitalizaciones pediátricas en México se deben a problemas respiratorios. Destacó que el uso de alto flujo ha reducido significativamente la progresión a ventilación mecánica, con solo un 4 por ciento de los casos, cifra menor a la reportada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el ámbito neonatal, la doctora Betzabé Aquino, jefa de apoyo respiratorio de la Unidad de Alta Especialidad del Hospital de Ginecoobstetricia No. 3 del Centro Médico Nacional La Raza, indicó que las terapias no invasivas han revolucionado el tratamiento en recién nacidos, especialmente los prematuros.
La especialista explicó que entre el 30 y el 50 por ciento de los bebés pretérmino requieren apoyo ventilatorio, y que el uso de presión positiva continua o puntas de alto flujo ayuda a mantener los alveolos abiertos, reducir los días de hospitalización y evitar intubaciones.
“Si se puede evitar una intubación, mucho mejor, porque así prevenimos las complicaciones que conlleva”, afirmó Aquino, quien destacó los avances en la recuperación de los neonatos tratados con estas terapias.
Los especialistas coincidieron en que la terapia respiratoria no invasiva representa una alternativa segura, eficaz y costo-efectiva, que no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también optimiza los recursos hospitalarios y reduce la carga económica del sistema de salud.