El Índice Nacional de Precios al Consumidor registró una disminución de 0.02%, reflejando la desaceleración en los precios al consumidor, reportó el INEGI
La inflación en México registró una nueva baja durante la primera quincena de agosto, al ubicarse en 3.49% anual, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el organismo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación de -0.02% quincenal, lo que contribuyó a la moderación en el aumento general de precios.
Con este resultado, la inflación se mantiene por segundo mes consecutivo dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que es de 3% ± 1 punto porcentual.
La medición se mantuvo en los primeros quince días de agosto dentro del objetivo del Banco de México (BdeM), que es de 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Las mercancías observaron un aumento de 0.09 por ciento frente a la quincena anterior, mientras que en su comparación anual avanzó 3.97 por ciento. Los precios que observaron mayor encarecimiento fueron los alimentos, bebidas y tabaco con 0.18 por ciento quincenal.
Los precios de los servicios mostraron un incremento de 0.10 por ciento frente a la quincena anterior, aunque a tasa anual aumentaron 4.43 por ciento.
De acuerdo con el Inegi, el dinamismo de la medición se explicó por el aumento de los precios de las loncherías, fondas, torterías y taquerías; vivienda propia; universidad; chile serrano; carne de res; detergentes; limón; cremas para la piel; papel higiénico y pañuelos desechables; y tomate verde.
En contraste, se observó la reducción de los precios de alimentos como el jitomate, pollo, huevo, plátanos y chayote, así como del transporte aéreo, entradas para el cine, suavizantes y limpiadores, automóviles, así como crema y productos para la higiene dental.
Especialistas señalan que la desaceleración está vinculada principalmente a la caída en los precios de algunos productos agropecuarios y energéticos, aunque advierten que persisten riesgos externos que podrían generar presiones en los próximos meses.