En la Estela de luz, este domingo se recordó a los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en México. Durante las siguientes dos semanas de julio se celebrarán misas, y oraciones comunitarias en sitio significativos que representen a los desaparecidos por muerte violenta, homicidios dolosos y feminicidios, en todo el país
Ciudad de México, 10 de julio de 2022. – Este domingo 10 de julio inició la Jornada de Oración por la Paz convocada por la Iglesia Católica y el movimiento jesuita en México, tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas, el pasado lunes 20 de junio en el municipio de Urique, en Chihuahua.
La Compañía de Jesús en México, realizó antes del mediodía un acto ecuménico en silencio, en las inmediaciones de la Estela de Luz, en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, donde fueron colocadas veladoras y fotografías de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, asesinados al interior del Santuario Comunitario de Cerocahui, Chihuahua.
El sacerdote Atilano González Candia, expresó que el asesinato de los misioneros abrió en México una puerta para trabajar por la paz desde la trinchera de la oración.
Más tarde, se hizo la invitación para reunirse en la celebración eucarística en la Parroquia de la Sagrada Familia, en la colonia Roma.
Durante las dos semanas siguientes de este mes, hacen el llamado a celebrar misas o realizar oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, homicidios dolosos, feminicidios, en sedes religiosas de todo el país.
Ante los hechos violentos que vive el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que el estamos frente a un problema que necesita de todos y de todas para atenderlo desde la raíz.
Desde aquí nos unimos a la oración que en muchos lugares del país se realiza en las iglesias y en las plazas», expuso ante una centena de asistentes, quienes conformaron una media luna en la que colocaron fotografías y veladores de sus amigo y familiares víctimas de la violencia.
En los recintos religiosos se podrán colocar fotografías de “quienes han dado su vida por el pueblo de Dios” y han muerto de manera violenta”.
Se dio a conocer que, “cada Diócesis, congregación religiosa o parroquia definirá las acciones como son: horas santas, procesiones por la paz y mensajes al pueblo de Dios”.
Se ha programado para el 31 de julio realizar una oración por las instituciones gubernamentales y “por la vida y conversión los victimarios”.