Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin, del AIFA único en su tipo

Cuenta con seis salas de exposición permanente, un centro de investigación y un espacio virtual inmersivo a la megafauna y al ambiente del Pleistoceno

 

Ciudad de México, 21 de marzo de 2022. – En el pabellón cultural del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se encuentra un recinto único en su tipo, se trata del Museo Paleontológico de Santa Lucía ‘Quinametzin’.

El museo paleontológico y su centro de investigación se plantean como un enclave nacional e internacional para el estudio de la paleontología.

Cuenta con seis salas de exposición permanente, una sala para muestras temporales, un jardín temático, salas de interacción digital y de proyecciones en 4K, áreas para talleres infantiles y servicios como cafetería, juegos infantiles y tienda de recuerdos.

El sitio creado por la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mantendrá sus puertas abiertas al público de martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas.

La primera sala permanente, relata la historia geológica de la Cuenca de México, a partir de evidencias sedimentológicas, vulcanológicas y otros elementos que ayudan a reconstruir el devenir del vulcanismo y el clima durante los últimos 30 millones de años.

Incluye espacios aptos para personas con discapacidades visuales y auditivas.

La segunda sala es dedicada a una de las especies pleistocénicas con mayor presencia en el territorio que hoy ocupa México: el mamut colombino (Mammuthus columbi), su origen, evolución y migración. En este espacio se aprecia uno de los esqueletos más completos –con el 96% de sus restos óseos– recuperados durante el trabajo de salvamento arqueológico en el Aeropuerto Felipe Angeles.

La Sala 3 contiene un registro fósil de la Cuenca de México, mostrando qué organismos de flora y fauna habitaron dicha región –comprendida entre la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo– hace más de 10 mil años.

En la Sala 4 se muestran reproducciones de cráneos humanos y materiales culturales, como puntas de flecha y otras herramientas que permiten reconstruir la historia del poblamiento paulatino de la Cuenca de México.

A su vez en la Sala 5 toca la relación entre los fósiles y los imaginarios culturales. La paleontóloga Felisa Aguilar Arellano ejemplifica lo anterior con el nombre del museo: Quinametzin, vocablo náhuatl que significa ‘gigante’, en alusión a la idea que se tenía en la época prehispánica sobre los fósiles en Mesoamérica.

Un espacio relevante del museo será el Jardín Temático, experiencia inmersiva para adentrarse en el paisaje y el ambiente de hace 15 mil años, por medio de proyecciones en 360 grados de elementos visuales y auditivos, y reproducciones escala 1 a 1 de animales como el león americano, mastodonte o tigre dientes de sable.

El recorrido por la llamada ‘Tierra de gigantes’ incluye el Centro de Investigación Paleontológica, un espacio que resguardará e investigará los restos fósiles y la información asociada que se han recuperado en el AIFA, permitiendo conservar el patrimonio paleontológico del Pleistoceno Tardío.

Tiene una superficie de 2,600 metros cuadrados y cuenta con laboratorios, área de restauración-conservación y una osteoteca, la cual resguarda ya más de 62 mil piezas óseas halladas en los salvamentos arqueológicos.

La especialista concluye que este centro de investigación está llamado a ser un área núcleo para la paleontología del Pleistoceno Tardío en nuestro país. Permitirá dar continuidad al análisis de los numerosos vestigios paleontológicos y arqueológicos que se han descubierto en los casi 600 puntos de exploración, ubicados desde el 5 de noviembre de 2019 y hasta hoy, en los terrenos del AIFA.