Nuevos estudios revelan que Covid-19 sí comenzó en el mercado de Wuhan

Allí se vendían los animales silvestres que habrían transmitido el SARS-CoV-2 a humanos por primera vez

 

27 de julio de 2022.- Ya más de 568 millones de personas fueron diagnosticadas con la enfermedad COVID-19 y más de 6,3 millones han fallecido. Se trata de una enfermedad causada por un virus, una especie de coronavirus, que era desconocido hasta enero de 2020.

Aunque el motivo de la emergencia de la enfermedad en China aún está en investigación, de acuerdo con dos artículos publicados esta semana en la revista Science, la pandemia comenzó a través de distintos contagios virales -al menos dos, pero quizá hasta dos docenas- de animales vivos vendidos y descuartizados a finales de 2019 en el mercado de mariscos de Wuhan, en China.

Los estudios fueron sometidos a cinco meses de revisión por parte de los autores. Muchos científicos han dado más peso a la hipótesis de que la enfermedad tiene un origen zoonótico y no un escape desde un laboratorio, y se han puesto a investigar.

Hay pruebas de que la mayoría de las pandemias, incluido el brote de coronavirus del SARS de 2002-2003, han comenzado de esa manera.

Ahora, un equipo integrado por el científico Kristian Anderson, del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, Estados Unidos, sostienen que múltiples líneas de pruebas, incluyendo la agrupación de los primeros casos de COVID-19 alrededor del mercado de mariscos de Wuhan, hacen que el origen en el mercado no sólo sea un escenario probable, sino el único que se ajusta a los datos.

En mayo de 2021, la revista Science había publicado una carta de 18 científicos pidiendo una investigación sobre el origen del virus que incluyera la exploración de la teoría de la fuga de laboratorio.

Poco después, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pidió a sus agencias de inteligencia que investigaran todos los posibles orígenes de la pandemia. La revisión concluyó que el virus no era un arma biológica diseñada, pero no llegó a ninguna otra conclusión sobre su origen.

Entre los científicos que firmaron la carta a Science se encontraba Michael Worobey, virólogo evolutivo de la Universidad de Arizona, que consideraba que la tesis de la fuga del laboratorio merecía atención aunque no fuera el origen más probable. Pero Worobey no tardó en convencerse de que el virus salió del mercado. Ahora el doctor Worobey es el autor principal del nuevo trabajo que sostiene que el mercado fue el epicentro de la pandemia.

Los investigadores analizaron los datos de los primeros pacientes. Muchos de esos pacientes con el COVID-19 tenían vínculos directos con el mercado o vivían cerca. La geografía de la propagación temprana de la comunidad mostró que las infecciones se irradiaban hacia afuera desde las cercanías del mercado.