Pasarela política

El mitin de Xóchitl Gálvez en Tulancingo, Hidalgo, primer municipio y región que visita como candidata oficial a la Presidencia de México, habla del compromiso que tiene con el desarrollo del estado, de la nación y de su visión respecto al tema empresarial que es el que genera empleo y oportunidades de desarrollo entre las familias que aspiran no solo estirar la mano para recibir una dádiva a la que estarán esclavizados de por vida, pues nunca les alcanzará para salir de la pobreza.

La propuesta de construir el primer Parque Industrial Sostenible habla justo de ese cambio de paradigma en la forma de hacer gobierno, no basado en el asistencialismo que tanto daño hace, sino en la promoción del desarrollo industrial para darle a las nuevas generaciones la libertad financiera que necesitan y contribuir para que este país se mantenga a flote.

Si bien el tema de los programas asistenciales que está clarísimo que no van a desaparecer -gane quien gane-, y que nuestros queridos adultos mayores seguirán gozando de ese dinero; el programa de las becas “Jóvenes construyendo el futuro”, tendrá que sufrir necesariamente un ajuste para darle un verdadero sentido desde el nombre y las reglas de operación.

Ya lo dice Xóchitl en sus mítines: los jóvenes beneficiados estarán obligados a concluir su preparación académica universitaria, tendrán acompañamiento para que desarrollen todas sus habilidades, principalmente las que tienen que ver con la tecnología y todo lo relacionado con el tema de la salud que es y será de cara al futuro lo que mueva al mundo.

Por ello, para quien bien la escucha, saben que Xóchitl Gálvez representa una verdadera opción de gobierno y es lo que México necesita para comenzar a sacudirse el lastre de la pobreza y de la falta de oportunidades, pues en un México tan diverso y desigual, las políticas económicas tendrán que ser muy agresivas sin dejar de lado jamás, jamás, la atención a la salud, a la educación, al campo, a la seguridad y a otros rubros básicos que le den paz, orden y desarrollo a la nación.

En otros temas, en esta pasarela política bien vale la pena mencionar a miembros de la clase política que desfilaron en el mitin de la hidalguense entre ellos, el exgobernador Manuel Ángel Núñez Soto, desde luego, el candidato a diputado federal y también exgobernador Francisco Olvera, a los liderazgos panistas encabezados por Claudia Lilia Luna y el capi Ortega además del líder perredista Jorge Luis Pérez Viveros, quienes cerraron filas a favor de la hidalguense.

Mención especial al político y empresario, el alcalde de Tulancingo, Jorge Márquez Alvarado, quien con liderazgo logró reunirle a Xóchitl Gálvez a miles de simpatizantes.

Claro que las que se volcaron con entusiasmo y por momentos interrumpían el discurso de la candidata fueron las mujeres, la población civil, esa que será vital para marcar el rumbo del país a través de su voto el 2 de julio.


Los recientes hechos de violencia escolar en Santiago de Anaya y Mixquiahuala sacuden a una parte de la sociedad hidalguense y mexicana, pues está tocando a los niños y cuando digo niños, estamos hablando de edades de 7 y 11 años, niños de primaria.

Las notas que consignaron la muerte de Adriel en Santiago de Anaya y las graves heridas que ponen en riesgo el ojo derecho de Miguel en Mixquiahuala, han sido retomadas por medios nacionales e internacionales y esas reflejan cómo la sociedad mexicana, pero, sobre todo, su núcleo básico que es la familia sufre un grave deterioro.

Un niño que comete bullying refleja en la escuela lo que vive o sufre en casa. Es frente a sus compañeros de clase donde sacan toda su furia y van dejando saldos rojos, historias crueles y lo más grave, representan un riesgo latente para la sociedad que los rodea; valdría la pena que los papás hicieran un alto y vean en qué están fallando.

Sus compañeros de clase, profesores y directivos tienen la responsabilidad de alertar sobre este tipo de casos e identificar al niño bully y hacer el respectivo reporte para ayudarlos a través de todos los mecanismos habidos y por haber a fin de detener esas conductas violentas.

Las sociedades de padres de familia, -si es que aún existen-, deben hacer lo suyo, así como el resto de las dependencias encargadas de atender a las infancias para frenar este tipo de casos, pues si un niño ya no está seguro en su escuela, algo muy grave está pasando.

Según los datos de NACE (Asociación No al Acoso Escolar), uno de cada cinco niños sufre bullying en España, pero solo el 15% de ellos se lo dice a algún adulto.

Esto demuestra lo importante que es saber detectar las señales para identificar si tu hijo está viviendo esta situación. Cuanto antes te des cuenta, mejor, porque podrás intervenir y tratar de evitarle un sufrimiento más grande. (Tomado de GoStudent)