El diputado del PRD, Miguel Ángel Martínez Gómez, pidió a los diputados impulsar reformas para la protección de animales y dar paso a la creación de un crematorio público gratuito.
El diputado perredista, Miguel Ángel Martínez, “El Oso”, propuso ante diputados de Hidalgo, reformar las leyes para garantizar la protección y trato digno de mascotas, y animales en general.
También hizo un llamado a sus compañeros de la 65 Legislatura a la apertura de un crematorio público gratuito destinado a todo tipo de animales como aves, reptiles, animales domésticos y de compañía, pues es necesario abordar de manera compasiva y ética la gestión de los restos mortales de las especies animales.
«El Oso», dijo que es importante que los diputados sean sensibles a este llamado para reformar las leyes estatales para establecer un crematorio que beneficie a los animalitos y a sus dueños.
Explicó que el crematorio público promovería el bienestar animal, protegerá la salud pública y el medio ambiente y a la par se brindaría apoyo emocional y se fomentaría una mayor responsabilidad social.
“Los animales tienen derecho a tener una atención digna después de la muerte. Al defender y promover esta iniciativa, estaremos construyendo una sociedad más compasiva y consciente de los derechos y necesidades de los animales”, afirmó el legislador.
Tan solo el año pasado, a través de las redes sociales se denunció un centenar de casos y ya había denuncias acumuladas contra este delito, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) y lo peor es que ninguna persona fue sancionada.
Cabe destacar que el Código Penal para el Estado de Hidalgo, contempla de seis meses a dos años de prisión para quienes comentan el delito de maltrato animal.
Los casos más sonados son en Pachuca, entre los que se encuentran el envenenamiento de 30 perritos en El Huixmi.
Además del lomito mestizo que murió ahorcado la noche del 23 de abril de 2023 a manos de un guardia de vigilancia de la privada Provenza Residencial, quien se habría justificado de haber recibido órdenes de los vecinos para sacar al perro de la zona habitacional.