La empresa mexicana Santomar, líder en acuacultura regenerativa, recibió el Reconocimiento Técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la categoría de Sistemas Alimentarios Acuáticos Sostenibles.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reconoció a la empresa mexicana Santomar por su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y la regeneración de ecosistemas marinos, así como su labor en promover prácticas responsables que fortalecen la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades costeras.
La ceremonia de premiación se llevó a cabo en la sede de la FAO, en el marco de su 80° aniversario y del Foro Mundial de la Alimentación a mediados de octubre de 2025.
A través de su página oficial, Santomar, dio a conocer que el reconocimiento fue específicamente por la puesta en marcha del programa: “De la ciencia a la vida marina: integración ciencia-comunidad para regenerar sistemas y comunidades”.
De acuerdo con la explicación, la iniciativa se centra en la adaptación genética y la producción de semillas de alta calidad para especies de alto valor como la totoaba, (Totoaba macdonaldi), el huachinango (Lutjanus peru) y los ostiones (Crassostrea gigas y Crassostrea sikamea), por medio de marcadores genéticos y cultivo larvario optimizado.
Con este proceso, Santomar garantiza la producción de juveniles de alta calidad, refuerza la resiliencia climática y protege la biodiversidad del Golfo de California.
“En Santomar creemos que la ciencia y la comunidad deben ir de la mano para regenerar nuestros océanos. Este reconocimiento de la FAO nos impulsa a continuar innovando en la protección de especies clave y en el apoyo a las comunidades costeras que dependen del mar.
“Cada iniciativa busca generar un impacto tangible, fortaleciendo los medios de vida y la economía azul de quienes viven del océano”, comentó Pablo Konietzko, director ejecutivo de Santomar.
Entre sus logros más destacados, Santomar ha liberado más de 270 mil ejemplares de totoaba en su hábitat natural desde 2015, contribuyendo con ello a la recuperación de esta especie vulnerable.
Asimismo, sus programas han generado 380 empleos directos, fomentan la educación ambiental y apoyan a pequeños productores locales de ostión por medio de mentorías, transferencia de tecnología y apertura de nuevos canales de comercialización.
El impacto de Santomar se refleja de manera integral con la generación de beneficios económicos —principalmente mediante el fortalecimiento de las cadenas productivas locales—, la regeneración y conservación de los ecosistemas marinos, la colaboración con las comunidades costeras y la promoción de la seguridad alimentaria.
Con cada acción, Santomar reafirma su compromiso de preservar la biodiversidad y garantizar un futuro más próspero para el ecosistema marino.
Estas prácticas contribuyen directamente a los objetivos de la Transformación Azul de la FAO, al promover la acuacultura sostenible, proteger las especies silvestres, reducir la presión sobre poblaciones sobreexplotadas y consolidar una economía azul saludable.































































