Una masiva huelga azota a Francia, alrededor de 3 millones y medio de personas acudieron a manifestarse; una de las protestas más multitudinarias.
Luego de que iniciara la novena jornada de protestas en contra de la aprobación de la reforma de pensiones, la tensión en Francia aumentó y se registraron intensos enfrentamientos entre policías y los diversos manifestantes en distintas ciudades del país, principalmente en París, Rennes, Lyon, Marsella, Burdeos y Nantes, lamentablemente estas revueltas han dejado 123 policías heridos y más de 100 detenidos, así lo informó el día de ayer la prensa francesa.
La Confederación General de los Trabajadores (CGT), 3 millones 500 mil personas fueron a manifestarse, lo que la convierte en una de las protestas más multitudinarias desde que el pasado enero se anunciara la reforma del presidente, Emmanuel Macron.
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Los sindicatos y los trabajadores cumplieron el cometido de paralizar a Francia parcialmente, sobre todo en el transporte público, aeropuertos, trenes, así como escuelas, refinerías, sector público incluso el cierre de la Torre Eiffel.
En Francia hay ya una revuelta popular contra Macron. Hay centenares de miles de jóvenes y trabajadores en las calles casi todos los días y el pequeño autócrata no se da cuenta de que su tumba se cava ya en las barricadas de Paris. Vive la Revolution!
— Raúl Camargo (@camargoraul) March 23, 2023
Cabe resaltar, que más protestas en todo el territorio están programadas para el martes, por lo que la visita de Estado del Rey Carlos III a Francia, que iba a comenzar este domingo, ha quedado aplazada hasta nuevo aviso. El aplazamiento ha sido acordado por Francia y Reino Unido, después de una conversación telefónica del propio Carlos III con el presidente francés.
La ira social aumentó cuando Macron aseguró en una entrevista televisiva que continuará con su hoja de ruta:
Aprobará su plan del sistema público de pensiones, con el que pretende aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, sube un año laboral las cotizaciones requeridas, de 42 a 43, y eliminar una serie de derechos adquiridos de varios colectivos de asalariados.
Además, se negó a realizar cambios en su gobierno, cuando tanto la oposición como los líderes sindicales señalan como una de las principales responsables de la actual crisis a la primera ministra, Élisabeth Borne.
A la par, rechazó la petición de decenas de diputados y de una buena parte de la sociedad para que se celebre un referendo sobre la reforma, que fue aprobada por la vía del decreto hace una semana mediante la aplicación del artículo 49.3 de la Constitución.
Así fue como instalaron barricadas en las calles, a las que prendieron fuego y usaron para responder a las medidas represivas de la policía, que solo para esta jornada de huelga desplegó en las calles unos 12 mil efectivos. Los uniformados lanzaron gases lacrimógenos, agua a presión y material adicional antidisturbios.

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