Morena desestima práctica diplomática que históricamente sirvió como canal de diálogo directo, ante medidas de Trump
Pese al recrudecimiento de las políticas migratorias y económicas del gobierno de Donald Trump —como el impuesto del 3% a las remesas, nuevas redadas antimigrantes y la reinstalación de aranceles comerciales—, el Senado de la República se niega a convocar la reunión interparlamentaria con su contraparte de Estados Unidos, una práctica diplomática que históricamente sirvió como canal de diálogo directo entre los poderes legislativos de ambos países.
El coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López Hernández, expresó abiertamente su rechazo a la propuesta impulsada por Movimiento Ciudadano, el PAN y el PRI, para restablecer esta figura binacional.
La interparlamentaria México-Estados Unidos, instaurada en 1961, tuvo continuidad durante más de cinco décadas, alcanzando su última edición en 2017. Desde entonces, no se ha vuelto a celebrar, según datos del Centro de Estudios Gilberto Bosques del Senado.
Además de Estados Unidos, México mantenía diálogos similares con países como Canadá, España, Argentina, Brasil y Cuba, pero estas reuniones también han sido suspendidas.
La postura actual del Senado, bajo el liderazgo de Morena, ha optado por encuentros individuales o viajes informales, como el realizado por el senador Juan Carlos Loera a California, sin coordinación institucional.
Un intento reciente por organizar una gira con un grupo plural fracasó por la falta de agenda común, provocando la salida de representantes del PRI y Movimiento Ciudadano.
La falta de mecanismos formales de diálogo entre legisladores ha generado críticas dentro y fuera del recinto legislativo.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández, se pronunció de manera individual contra la violación de derechos humanos en California y pidió al gobierno de Trump “rectificar su política injusta y arbitraria contra millones de personas migrantes”.
Pese a los llamados de la oposición y a los impactos directos en millones de familias mexicanas, la actual mayoría en el Senado considera obsoleta la interparlamentaria como canal de interlocución formal.
La diplomacia parlamentaria, que alguna vez fue pilar de las relaciones bilaterales con América del Norte, permanece en pausa en uno de los momentos más delicados para los migrantes y el comercio binacional.