Sergio Ángel Soriano: el policía con “alas” que salvó a una niña en Iztapalapa

El policía segundo de la PBI, Sergio Ángel Soriano, se convirtió en héroe al rescatar a una bebé y a su abuelita durante la explosión en el puente de La Concordia, en Iztapalapa. Su historia de honestidad y valentía ha dado la vuelta al mundo.

 

 

En medio de la tragedia que enluta a la Ciudad de México tras la explosión derivada de una fuga de gas en el puente de La Concordia, Sergio Ángel Soriano, integrante de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), se ganó el reconocimiento de todo el país por su valentía y solidaridad.

El pasado miércoles 10 de agosto, el uniformado corrió hacia la zona del estallido para auxiliar a las víctimas. Fue entonces cuando encontró a Alicia Matías Teodoro, quien protegió con su propio cuerpo a su nieta de tan solo dos años. La menor aún tenía su ropa ardiendo cuando el policía la tomó en brazos, retiró lo que se derretía y caminó hasta encontrar a un motociclista que los trasladó al hospital más cercano.

La escena, captada en video y compartida en noticieros y redes sociales, ha dado la vuelta al mundo, mostrando a un policía que honra su uniforme y su nombre: un “Ángel” para quienes lo necesitaban.

No es la primera vez Sergio Ángel  demuestra su integridad

La trayectoria de Sergio Ángel Soriano ya estaba marcada por la honestidad. En 2015 devolvió una bolsa con 42 mil pesos en efectivo hallada en un estacionamiento de Polanco, pese a que esa cantidad equivalía a casi un año de salario.

“Mi madre me enseñó a no tomar lo que no es mío. Nunca lo he hecho y nunca lo haré”, declaró entonces. Su gesto le valió un ascenso y el reconocimiento de sus superiores.

Un héroe sin capa

A diez años de aquel acto de honestidad, el destino volvió a ponerlo a prueba, y nuevamente eligió ayudar, aún a costa de su propia salud: tras la explosión perdió temporalmente el olfato y el gusto.

En entrevistas, Soriano ha restado importancia a los aplausos y asegura que “solo hacía su trabajo”. Sin embargo, para las familias que lo vieron llegar con la bebé en brazos y para quienes hoy difunden su historia, es símbolo del heroísmo que surge en medio de la tragedia.

Otros policías, bomberos, paramédicos y ciudadanos también mostraron enorme valor esa noche en Iztapalapa, auxiliando a quienes corrían con la ropa en llamas. Pero el rostro de Sergio Ángel Soriano ya quedó grabado como el del “Policía con alas”, ejemplo de humanidad, servicio y esperanza.