Tras la segunda ronda de las legislativas, el Presidente se quedó sin mayoría absoluta en el Parlamento. Las alianzas encabezadas por Jean-Luc Mélenchon y Marine Le Pen complicarán la gobernabilidad del oficialismo
20 de junio de 2022.- En la historia de Francia un sólo gobierno se ha visto en la situación de tener que dirigir el país con mayoría relativa en la Asamblea Nacional.
En más de 70 años de la Quinta República, apenas en 1988 el entonces presidente reelegido François Mitterrand convivió con una situación política similar.
Para Emmanuel Macron este escenario retorna. El presidente de la Republica ha sido sancionado en las urnas, a partir de una izquierda que ahora es la principal fuerza de oposición y un histórico avance para la Agrupación Nacional, la extrema derecha francesa, que pasa a ser tercera fuerza parlamentaria.
François Mitterrand en 1988 era mucho más poderoso que la nueva mayoría de Emmanuel Macron. Con 275 diputados, el socialista “sólo” necesitaba 14 diputados para lograr un acuerdo parlamentario.
Para la primera ministra impuesta por Macron, Elisabeth Borne, la búsqueda será más compleja. Para alcanzar la mayoría absoluta, el ejecutivo deberá convencer a 44 diputados.
Esto significa, por ejemplo, convencer a la mitad de los diputados de derecha si es que quiere aprobar una iniciativa legislativa. En tanto, el bloque de la izquierda tendrá 131 votos de su alianza y 22 de otros sectores cercanos ideológicamente.
La Asamblea Nacional está, por lo tanto, más fragmentada.
Alexis Corbière, eurodiputado y miembro de La France insoumise, el partido izquierdista de Jean-Luc Mélenchon, consideró que la primera ministra “no ha logrado convencer a la mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional. Por tanto, no tiene legitimidad política para gobernar”.
La misma postura manifestó Louis Aliot, el vicepresidente de la ultraconservadora Agrupación Nacional, formación de Marine Le Pen, que juzgó: “Está demasiado debilitada para poder quedarse”