El gobierno estadounidense contempla el uso de instalaciones militares en Indiana y Nueva Jersey para albergar a inmigrantes detenidos sin antecedentes penales
Por: Perla Baños.
El presidente Donald Trump ha intensificado su estrategia migratoria con acciones agresivas de detención y deportación de personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos, incluyendo a miles sin antecedentes penales. Esta ofensiva ha derivado en una saturación de los centros de detención, obligando al gobierno federal a buscar nuevas opciones para alojar a los migrantes detenidos.
En respuesta, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que las bases militares de Indiana y Nueva Jersey —Camp Atterbury y Base Conjunta McGuire-Dix-Lakehurst— podrían ser utilizadas de forma temporal para albergar a migrantes sin comprometer la preparación militar.
De 60 mil a 100 mil camas disponibles
El “zar fronterizo” de Trump, Tom Homan, declaró ante medios que actualmente existen 60 mil camas disponibles para inmigrantes detenidos, y el gobierno busca ampliar esta capacidad a 100 mil plazas, lo que refleja la escala del operativo en curso.
La notificación ya fue enviada a miembros del Congreso en ambos estados, generando preocupación inmediata entre legisladores demócratas y organizaciones defensoras de los derechos civiles, quienes cuestionan tanto el impacto logístico como la justificación de detenciones masivas en personas sin historial delictivo.
Críticas por uso de instalaciones militares
Activistas y representantes políticos han advertido que el uso de bases militares como centros de detención puede afectar recursos militares esenciales, además de alimentar una política migratoria que califican como inhumana y desproporcionada.
El gobierno de Trump, sin embargo, mantiene su postura firme en torno a reforzar la seguridad fronteriza y reducir la migración ilegal en todas sus formas, incluso con medidas que han provocado controversia a nivel nacional e internacional.
