Violencia feminicida

La violencia feminicida sigue sin que nada ni nadie la frene en México, el reciente caso en Jalisco de Luz Raquel Padilla, nos deja ver lo enferma que está nuestra sociedad; el incidente en el que se vio involucrada esta mujer con su vecino por el simple hecho de mojar accidentalmente a su perro; derivó en el ataque con fuego que le dejó lesiones en el 80 por ciento de su cuerpo y que finalmente le provocaron la muerte.
Se dice que otros vecinos de Luz Raquel, vivían molestos por los ruidos de su hijo autista, aun así, ni una, ni otra causa ameritaban la violencia atroz de la que fue objeto la joven madre.

Fueron varias advertencias, varias señales de alerta que tuvo la policía, pero que no las tomaron en serio y eso nos deja ver claramente la incapacidad de las autoridades para detener lo que ya estaba cantado: el crimen que dejó en la orfandad a un pequeño en condición de alta vulnerabilidad.

Medios internacionales hablan de este caso que dibuja una realidad que lacera a todo un país y que muestra cómo las mujeres están en riesgo porque los agresores andan por todas partes, en casa, en las calles, a un lado, como ocurrió con Luz Raquel.
Es indiscutible que hay una falta de la acción de la justicia para contener este tipo de crímenes y quizás, tendríamos que cuestionar la indiferencia de los más cercanos, si, amigos o vecinos que sabiendo lo que ocurría dejaron al tiempo o a la suerte el fatal desenlace.

Así Luz Raquel Padilla, se suma a la lista interminable de feminicidios en México.
Está visto que ni las marchas, ni las declaraciones simplonas del presidente AMLO quien asegura que la violencia y casi todos los problemas en México tienen que ver con la herencia que dejó el periodo neoliberal.

Es más fácil lavarse las manos y sacudirse las culpas, pero la verdad esta violencia feminicida y la violencia en general en México, tiene que ver no solo con la falta de valores, sino con la falta de justicia, una justicia ejemplar, donde verdaderamente se castigue a los criminales no solo con cárcel, creo que llegamos al límite.

Más que protocolos que no se aplican; es necesario aplicar también castigo a los responsables de las fiscalías, a los ministerios públicos y en general castigo a los responsables de impartir la justicia pues sabiendo los antecedentes de cada caso y los riesgos a los que están expuestas las mujeres que tienen el valor de denunciar, no les dan protección inmediata.

El pequeño con autismo que quedó huérfano, tendrá que ser necesariamente atendido por especialistas y el DIF de Jalisco tendría que ver la manera de ayudar a la abuela y a la tía que se quedaron con la tutela pues ya se dijo que las crisis que sufría, causaban la molestia a los vecinos y eso derivó también en la violencia contra Luz Raquel, quien habría sido atacada con cloro industrial y no solo eso, sino que era constantemente amenazada de muerte y finalmente sucumbió a manos de cinco criminales que le prendieron fuego.

Este caso como los que ocurren cada día en México nos lleva a levantar la voz para exigir un alto a la violencia feminicida, y sobre todo castigo para todos los involucrados, incluso para aquellas autoridades indiferentes que al final se convierten en cómplices.
¡Ni una más!
¡Justicia para Luz Raquel Padilla!
¡Justicia para todas!