ANGEL CANO. Saludos desde el mas acá. ¿Qué tal le fue en el día de muertos? ¿Ganaron alguna competencia de disfraces o algún premio a la mejor ofrenda? ¿Disfrutaron de los altares decorados con flor de Cempasúchil?
A mi parte humana le entusiasma mucho la idea de que existe una dimensión alterna, donde las almas de los muertos, pasan la eternidad y que una vez al año pueden regresar a la Tierra y pasar un rato con sus seres queridos. A mí, como chaneke que vive una dimensión alterna, no me parece la gran cosa, pero lo que si me agrada, es que, por lo menos en ésas fechas, los mexicanos piensan que hay algo más en algún otro plano de la existencia, que existe otro universo, un universo espiritual.
Se dice que el día de muertos, no se honra a la muerte, sino que se honra la vida de los que ya no están. Y aunque la mayoría de los días festivos están considerados para los humanos; hay una fecha especialmente dedicada a los animales, es decir; a las mascotas. Pero nos quedamos cortos por que no consideramos la vida de todos los seres vivos o el entorno del que somos parte, la naturaleza. Se presenta entonces una dualidad dispareja, veneremos mucho la muerte, pero se nos olvida cuidar la vida.
Y tan poco se cuida la vida, que se contamina sobre manera, el día de muertos, es la segunda festividad mas contaminante de nuestro país, después de las fiestas decembrinas; para que te des una idea en el año 2018 en México, se generaron alrededor de 27 millones de toneladas de basura en los panteones, además de las generadas en cada casa por las ofrendas, los adornos colocados por los diferentes municipios y las toneladas habituales que cada día produce nuestra población. Esto resulta mas escalofriante que cualquier leyenda que hayas oído en éstos días.
Toda ésa basura, termina en depósitos de desechos sin importar que estos insumos puedan reutilizarse o reciclarse. Si tuviésemos una mentalidad sustentable, ésta nos guiaría a no consumir y desechar los seres vivos (flores, frutas y animales que cocinamos de diversas formas para ofrecer a los muertos) y recursos que tenemos a la mano (papel picado, desechables, velas, luces y demás cosas que ponemos en las ofrendas).
Todo sirve de ejemplo, comencemos por los dulces, cuando “pedimos calaverita”, nos emociona llenar nuestras bolsas con kilos y kilos de dulces que difícilmente alcanzaremos a consumir, lo peor es que miles de ésos dulces vienen en envolturas plásticas desechables. Por ejemplo, el celofán, fue un tipo de plástico que se encontró en el estómago de los peces en las playas mexicanas. Para la próxima, daré frutas, como lo hacían mis abuelos cuando era niño. Y la verdad es que no estaba nada mal, bienvenidas eran las naranjas y mandarinas.
El pan de muerto que te venden en los supermercados viene envuelto (forrado) en plástico o en charolas de plástico igualmente desechables e innecesarias que irán a la basura en cuanto las abras.
¿Que pasó con tu disfraz? Lo volverás a usar el próximo año, apuesto a que no. Al menos siete millones de disfraces son desechados al año. El 69% de los materiales que los componen son derivados del plástico y son muy pocos los que se reciclan. Y aún falta contar, los que se producirán al año siguiente, que correrán la misma suerte, serán utilizados una sola vez y se desecharán. Yo por eso ya ni me disfrazo, sólo me pinto de calavera, pero nada estrafalario puesto que muchos productos de belleza, desde la diamantina hasta las esferas exfoliantes, tienen microplásticos que contaminan nuestro planeta y pueden tener implicaciones para la salud. Cuando esos productos son desechados, los microplásticos no pueden ser eliminados totalmente durante el proceso de reciclaje por su tamaño y terminan en los océanos, donde pueden ser ingeridos por los animales marinos.
Lo que antes se hacía con papel picado o cartonería hoy son adornos hechos de plástico para, supuestamente, hacerlos más durables. Pero la realidad es que esos adornos estarán en tu hogar unos días para luego vivir por años afectando la biodiversidad, por ejemplo, un globo podría tardar hasta 450 años en degradarse.
¿Realmente es necesario tanto desecho plástico para celebrar una de las tradiciones más bonitas que tiene México? Si no cambiamos estos hábitos de consumo, tendremos que hacerles un lugar en nuestra ofrenda a los cien mil mamíferos acuáticos que mueren cada año a consecuencia de la contaminación plástica.
Otra maneras de hacer tu festejo mas sustentable ( ecofriendly, para los más jóvenes) serían, por ejemplo, comprar flor de cempasúchitl en maceta y cuidarla todo el año, así te dará flores el próximo año y la maceta de plástico, la puedes llevar al vivero, ahí la reutilizan y se les llevas varias, hasta descuentos te hacen, te lo digo por experiencia, yo ya tuve dichas plantas en mi jardín por un año y en otra ocasión, guardé la semilla y la sembré meses después, igualmente tuve flores para mi altar sin tener que volver a comprar. La misma flor, puede servir para abono orgánico y con los tallos y hojas alimento a mi conejo, un animal muy sano, por cierto, puesto que no consume ningún alimento procesado.
A esto hay que agregar que los alimentos ofrecidos a los muertos pueden ser comidos luego de haber servido como ofrenda. De este modo, no se desperdicia comida. En el caso del pan, yo lo desmorono y lo pongo en pequeños recipientes para se lo coman los pájaros que vuelan libres por la ciudad.
Debemos pues, celebrar SIEMPRE con responsabilidad ambiental y pensando en el reciclaje de todo lo utilizado, no podemos seguir generando toneladas de basura que terminan por contaminar a diestra y siniestra cada vez que festejamos algo, y lo peor es que navidad está a la vuelta y ¡más toneladas de basura se aproximan!
Chaneke verde
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