En las últimas semanas los crímenes en contra de mujeres en México, acaparan todos los titulares de la prensa escrita, televisiva, radiofónica y de la Internet, si, la violencia feminicida está en aumento y de los 10 y 11 crímenes que se comenten diariamente según las cifras oficiales, ahora de ellos tenemos nombres y apellidos de las víctimas, conocemos sus rostros y sus historias, desde Debanhi, Luz Raquel, pasando por Ariadna Fernanda, hasta llegar a Mónica Citlalli.

Unas mueren a manos de sus novios o esposos, otras a manos de desconocidos que pretendieron secuestrarlas o atentar contra su integridad o simplemente por intolerancia como ocurrió con Luz Raquel que fue quemada viva en Zapopan, Jalisco.

También hay casos como el de Lidia Gabriela, quien se arrojó de un taxi en movimiento en calles de la Ciudad de México pues a pesar de insistirle al chofer que se detuviera, este hizo caso omiso y la joven se lanzó de la unidad. Tras el impacto contra la cinta asfáltica, murió.

Un caso similar fue el de una joven pachuqueña, que si bien, ella está viva (de puro milagro) pues al ver que el taxista se desviaba la ruta solicitada, ella se arrojó de la unidad por lo que, al no lograr su objetivo, el sujeto se regresó para atropellarla.

El último caso es el de Eli, una niña de 12 años que está desaparecida, ella abordó el transporte escolar tras salir de clases del tuno matutino de una escuela secundaria en la alcaldía Álvaro Obregón en CDMX.  A pesar de los cierres de calles y avenidas por parte de sus padres, amigos y vecinos para exigirles a las autoridades su búsqueda y su presentación con vida, hasta ahora no se sabe nada de ella.

Si esto ocurre en el centro del país, en el norte, ya se habla de un asesino serial de mujeres en Tijuana, las autoridades están tras la pista de un psicópata cuyo “modus operandi” llevó a sospechar que se trataba de un mismo sujeto el que ha asesinado a tres mujeres por lo menos.

Estos casos dejan ver que la violencia feminicida está peligrosamente en aumento en nuestro país.

Lo que llama la atención, es la inacción de las autoridades de justicia, quienes deberían tener un plan urgente para detener y castigar ejemplarmente este tipo de crímenes.

Sin duda, esta ola feminicida debe llevar a la sociedad en general a encender los focos de alerta. porque hoy nuestras niñas, nuestras jóvenes y en general las mujeres no estamos a salvo, ni en nuestros hogares.

En las escuelas debería haber urgentemente protocolos de protección a fin de que sean espacios seguros para niñas y adolescentes.

Los padres y madres de familia deberían tener sus propios planes de protección para sus hijas, porque -hoy por hoy-, existen más riesgos para ellas, frente a un fenómeno social de alto impacto que está incontrolable.

Se requiere de una mayor vigilancia de los policías, porque las cámaras de video-vigilancia, aunque son un apoyo, de muy poco han servido en la mayoría de los casos para dar con los criminales.

Desde las escuelas y desde los hogares debe haber un alto total, para que se rediseñe o se recobre la importancia de los valores fundamentales del ser humano y se combata el machismo entre los niños y jóvenes para no permitir de ninguna manera cualquier tipo de agresión contra ellas.

Los hombres deben saber que golpear, violar o matar a una mujer va contra todas las normas y leyes y que hay penas severas por la comisión de esos delitos.

Algo le paso al núcleo familiar en México, a la educación, y a las instituciones incluso a la propia iglesia y a las comisiones de Derechos Humanos pues han perdieron su razón de ser porque ya nadie tiene respeto por nada, perdieron la credibilidad y la mujer, niña, joven o adulta está a merced de cualquier sujeto violento, violador o asesino.

¡YA BASTA!

Ojalá que la campaña “Es tiempo de cambiar”, que puso en marcha apenas este miércoles 16 de noviembre, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), que va dirigida a los hombres, sea de utilidad para frenar esta violencia que mata todos los días a 11 mujeres en el país.

“Esta es una campaña ‘civilizatoria’, para que los hombres dejen atrás el machismo que solo genera violencia y muerte, señaló la presidenta de esa organización», Nadine Gasman.

La funcionaria consideró que es urgente que haya cambios profundos porque la violencia contra la mujer está costando muchas vidas en México.

“Construyamos paz, abramos diálogo”, pidió Gasman.

En Hidalgo, ayer jueves 17 de noviembre, el gobernador Julio Menchaca, anunció desde Ixmiquilpan, la creación de la “Policía Violeta”, para combatir frontalmente la violencia de género en todas sus formas en la entidad.

Ojalá que estas acciones se repliquen, impacten y surtan efecto.

Los colectivos feministas deberían hacer su parte, pero no con marchas, ni con pintas, ni destrucción del equipamiento urbano, sino cambiando el chip del reclamo y la violencia para generar un nuevo accionar con programas educativos, concientizando en las calles,  a través de campañas llamativas, en los hogares, en las oficinas, en las escuelas, en todas partes donde nos movamos para cuidarnos unas a otras y alertarnos para saber cuándo es momento de alejarnos de una pareja violenta, celosa y controladora.

Ojalá que resurja esa campaña de “lugar seguro”, que invitaba a las mujeres que van de camino a casa, a la escuela, o al trabajo, a resguardarse en algún comercio en caso de sentirse en peligro.

En fin, ojalá surjan iniciativas, ideas para protegernos unas a otras y que la misma sociedad tome parte en estas acciones porque al final puede ser una hija, una hermana, una prima la que necesite en algún momento de la ayuda de alguien más para proteger su integridad o su vida.

Pongamos pues todos juntos un Alto al México violento, pongamos un alto al México feminicida.