En el marco del Día de las Madres, hablar del valor de la mujer y de lo que hace, es quedarnos cortos con cualquier adjetivo, cualquier frase, o escrito.
La verdad es que el papel de una mujer es tan amplio e indescriptible, pues además de ser todólogas, existe una característica única que ha permitido a lo largo de los siglos que la humanidad exista y persista, el amor como ingrediente fundamental para construir la sociedad que somos (ahora un poco descompuesta) y mantener el núcleo esencial: la familia; que también sufre un constante golpeteo por las circunstancias de los propios tiempos.
No obstante, nada debe opacar este día en que rendirles un homenaje es tan solo un detalle que nos permite revalorar a quienes nos han dado la vida. Desde aquí un reconocimiento y un abrazo enorme, enorme a todas las mamis.
Esto me da pie para hablar de la mujer, y enviar también un reconocimiento enorme a Gina Obregón, quien ayer celebró, junto con ejecutivos del periódico Síntesis y de su gran equipo de trabajo, 25 años de labor informativa en Hidalgo.
Escuchar los testimonios de una mujer que no se rindió para darle vida por segunda vez a su hijo fue estremecedor, y hacer que esas historias se conozcan es cumplir con una misión del periodismo, darle voz a quien no la tienen, generar conciencia y la ayuda institucional, y si en ello, llega además un reconocimiento, entonces se cierra ahí un círculo virtuoso que nos deja ver la calidad humana de Gina y su equipo de reporteros.
Gina fue reconocida ayer por su labor al frente del diario, lo mismo que una de sus fundadoras, Aida Suárez, ambas son mujeres supervaliosas cuya labor periodística ya forma parte de la historia de nuestro estado. Felicidades a las dos, mujeres, periodistas y madres.
Cierro esta columna diciendo que sin duda esta elección presidencial que está hecha para que una mujer llegue a la Presidencia de la República y para que una gran cantidad de mujeres que buscan espacios de poder en el Senado, la Cámara de Diputados, en las gubernaturas, en los congresos locales y decenas de alcaldías, logren tomar el control de la política, eso no es una concesión, es una larga historia de luchas de nuestras antecesoras por acceder a la vida pública y a la toma de decisiones.
Los retos son grandes, hay muchas que están listas y preparadas para hacerlo muy bien, hay mujeres jóvenes, maduras, con experiencia, otras que no lo están tanto, pero que ya están ahí, labrando sus propios espacios y que, sin duda, un día lograran su cometido, mientras que lleguen, sí, que lleguen las mejores.