En Massachusetts la kiss cam reveló más de lo esperado y el internet no tardó en identificar a los involucrados: un CEO y su directora de Recursos Humanos en concierto de Coldplay
Lo que parecía ser una noche mágica y musical en el Gillette Stadium terminó en un escándalo viral, luego de que Chris Martin, vocalista de Coldplay, señalara en tono de broma a una pareja captada por la kiss cam, insinuando que podrían estar “teniendo una aventura”… y al parecer, no se equivocó.
Durante una parada más del Music Of The Spheres World Tour, uno de los momentos más esperados por el público —la tradicional kiss cam— se volvió incómodo cuando una pareja enfocada por la cámara se mostró visiblemente nerviosa, evitó besarse e incluso intentó apartarse del cuadro. La reacción fue tan notoria que Chris Martin comentó desde el escenario:
“Oh, miren a estos dos. O están teniendo una aventura… o son muy tímidos.”
La observación del cantante pareció quedar en una broma más del espectáculo, pero el internet hizo lo suyo: los asistentes grabaron el momento y rápidamente se volvió viral.
Coldplay expone infidelidad en pleno concierto 😳🫣
La banda Coldplay expuso accidentalmente un supuesto romance entre el CEO de Astronomer, Andy Byron, y su colega Kristin Cabot en uno de sus recientes conciertos, la gente en redes sociales especula que se trataba de una… pic.twitter.com/kG4u4Nwi4i
— Noticias Énfasis (@enfasisnoticias) July 17, 2025
Los usuarios identificaron a los protagonistas como Andy Byron, CEO de la empresa de inteligencia artificial Astronomer, y Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma compañía.
Lo que siguió fue una avalancha digital: se descubrió que Byron está casado con Kerrigan Byron, quien hasta hace poco compartía imágenes familiares en sus redes. Poco después del escándalo, ella eliminó el apellido de su esposo de sus perfiles y cerró sus cuentas.
Kristin Cabot también fue blanco de críticas en su perfil de LinkedIn, lo que la llevó a borrar publicaciones recientes relacionadas con su ingreso a Astronomer.
La situación ha generado un amplio debate sobre la privacidad, la cultura de la cancelación y los límites del escrutinio público en la era digital. Hasta el momento, ni Coldplay ni la empresa implicada han emitido un comunicado oficial, pero la escena, nacida del humor espontáneo en un concierto, ha desencadenado una tormenta mediática de proporciones virales.
