La edil de Acapulco, Abelina López Rodríguez, podría haber incurrido en una falta administrativa grave al aceptar un obsequio de alto valor, lo cual está prohibido por la Ley General de Responsabilidades Administrativas
La alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, generó polémica al presumir un collar de la marca Van Cleef, valuado en 227 mil pesos, asegurando que fue un regalo del “pueblo que la ama”.
Sin embargo, esta afirmación podría implicar una violación a la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que prohíbe a los servidores públicos aceptar regalos, obsequios o dádivas con motivo de sus funciones.
De acuerdo con los artículos 7, 40, 52 y 66 de dicha ley, los funcionarios deben abstenerse de recibir cualquier tipo de beneficio por su cargo. En caso contrario, pueden ser sancionados con suspensión, destitución, sanción económica o inhabilitación para ocupar puestos públicos.
Además, la norma establece que si un servidor recibe un obsequio sin solicitarlo, debe reportarlo de inmediato a la Secretaría de la Función Pública (SFP) y, si se trata de un bien material, entregarlo al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
El caso de la alcaldesa acapulqueña podría, por tanto, constituir una falta administrativa grave, según el Sistema Nacional Anticorrupción, pues incluso quien ofrece el obsequio podría incurrir en cohecho.





































































