Como nunca antes en un gobierno, el sexenio que encabezará Julio Menchaca Salazar, después de su toma de protesta como Gobernador Constitucional del estado de Hidalgo, bajo el sello de la 4T, estará conformado equitativamente por mujeres, y ellas llegan a puestos claves para la correcta aplicación de los recursos (Finanzas), y por otro lado, para el fortalecimiento de áreas tan delicadas como la Salud.
En otros rubros como Turismo, Medio Ambiente, Desarrollo Social, Cultura, el reto es enorme y no menos importante.
Mientras que en Movilidad y Transporte donde se dice que se generan muchos casos de “corrupción”, el reto es todavía mayor pues se trata de terminar con esas prácticas.
Sin duda estas mujeres, muchas de ellas con un currículum brillante marcarán un antes y un después en la vida pública y democrática de Hidalgo, y al tener la confianza del nuevo gobernador, también asumirán un gran compromiso con un estado como lo es Hidalgo, con enormes rezagos, así que tendrán que dar un giro total en el quehacer público para que se note el cambio que pregonan.
Aquí no se duda de la capacidad de las mujeres, es más, somos unas apasionadas de la lucha en favor del empoderamiento femenino, llegó la hora, claro que sí, así que con honor y trabajo se debe responder a esa confianza, sin excusas y sin pretextos de ninguna índole porque bien se sabe que son tiempos difíciles, eso no se puede negar, por ello, el reto es todavía más importante y sacarlo adelante demostrará que no hubo error al colocarlas en esos espacios de poder.
Otras mujeres en distintos ámbitos hacen lo suyo, van abriendo brecha, unas consolidan un buen trabajo, otras no tanto, en Hidalgo la historia apenas comienza y ya veremos los resultados…
EN CORTO…
Apenas saltaron los nombres de las mujeres del nuevo gabinete y comenzó el golpeteo, la víctima es la médica María Zorayda Robles Barrera, cirujana con Maestría en Bioética y con una especialidad en Medicina con alta especialidad en Urgencias Cardiovasculares a quien exhibieron en una nota periodística donde se revela información ultra confidencial sobre su estado de salud.
Es todo el expediente clínico el que fue filtrado a un reportero y este a su vez, lo hizo público, lo que vulnera el derecho a la privacidad de las personas y es sin duda, un tema que debe ser investigado y castigado.
El reportero fue “utilizado” o “chamaqueado”, eso sin duda. La responsabilidad directa está en la fuente, pues es evidente que su intención fue dañarla, pero lo único que hizo fue revictimizar a la médica María Zorayda, quien tuvo la osadía de enfrentar al gobierno saliente y a la Comisión de Derechos Humanos del estado Hidalgo.
Su caso es muy emblemático, pues como madre llegó a instancias nacionales e internacionales como lo son la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) para defender a su hijo con Síndrome de Down a quien se les negó el acceso a clases de natación en instalaciones públicas del estado.
Así que, quienes atacan y estigmatizan a Zorayda, se volvieron a equivocar pues al pretender dañarla, la colocan en un punto en el que ella y sus abogados sabrán cómo responderles.
Ojalá que lejos de las venganzas políticas y la persecución, haya más empatía por las personas con discapacidad o con alguna condición (en el caso específico del niño con síndrome de down), y más, más empatía y solidaridad para quienes tuvieron la mala fortuna de contraer Covid-19 y sufrir las secuelas y más si fue se trata de una doctora que en cumplimiento de su deber se infectó.
¿Qué pasó, dónde están nuestros valores, nuestra solidaridad, nuestro agradecimiento a nuestros héroes de bata blanca? No hay duda… todo queda en meras palabras…