El palacio de Buckingham confirma que el duque de York pierde su estatus nobiliario, su residencia en Windsor y su tratamiento de “príncipe” tras nuevas revelaciones vinculadas al caso Epstein
En una decisión histórica que marca un antes y un después en la monarquía británica, el Palacio de Buckingham confirmó este jueves que el rey Carlos III ha ordenado el retiro total de los títulos, honores y privilegios restantes de su hermano, el hasta ahora duque de York, Andrés.
A partir de esta fecha, el hijo menor de la reina Isabel II será conocido únicamente como Andrew Mountbatten Windsor, y deberá abandonar de inmediato su residencia en Royal Lodge, en los terrenos del Castillo de Windsor, donde residía desde hace décadas.
Fuentes cercanas al Palacio calificaron la medida como “censuras indispensables”, al representar el cierre de un capítulo que por más de una década ha dañado profundamente la imagen de la Corona británica.
El rey Carlos III, comprometido con modernizar la institución y preservar su legitimidad, decidió actuar tras las nuevas revelaciones contenidas en las memorias póstumas de Virginia Giuffre, víctima del financista estadounidense Jeffrey Epstein, quien denunció haber sido forzada a mantener relaciones sexuales con Andrés cuando tenía 17 años.
Aunque el príncipe siempre negó las acusaciones, su entrevista televisiva de 2019 agravó su descrédito, y en 2022 optó por resolver el caso mediante un acuerdo extrajudicial estimado en 12 millones de libras, pagado parcialmente con fondos de la reina Isabel II.
Desde entonces, Buckingham impuso una retirada progresiva de privilegios: perdió sus títulos militares, patronatos y el uso público de “Su Alteza Real”. En octubre de 2025, cedió voluntariamente el ducado de York, y este jueves se concretó su exclusión total de la familia real.
El comunicado oficial del Palacio fue contundente:
“Su Majestad ha iniciado hoy un proceso formal para eliminar el estilo, títulos y honores del príncipe Andrés. (…) Estas censuras se consideran necesarias, a pesar de que él continúa negando las alegaciones en su contra”.
El documento también confirma que Andrés deberá entregar el arrendamiento de Royal Lodge, valorado en 30 millones de libras, y trasladarse a una residencia privada en Sandringham, financiada por el propio rey.
Mientras tanto, las princesas Beatriz y Eugenia conservarán sus títulos, aunque Sarah Ferguson, exesposa de Andrés, perderá el uso honorífico de “Su Alteza Real”.
La familia de Virginia Giuffre, quien se suicidó en abril de 2025, celebró la decisión real:
“Hoy, una estadounidense ordinaria hizo caer a un príncipe británico con su verdad y su valentía”, señaló un comunicado enviado a la BBC.
La determinación de Carlos III —sin precedentes en la historia reciente de la monarquía— busca enviar un mensaje claro: nadie, ni siquiera un miembro de la familia real, está por encima de la justicia ni de la responsabilidad moral ante el pueblo británico.
 
			 
		
