Se acerca el Día del Abuelo, y todos buscamos maneras especiales de celebrarlos en grande, este año, te ofrecemos un consejo infalible para hacer de este día una experiencia única y llena de momentos memorables: ¡Lleva a tus abuelos a Yucatán!
Yucatán, un destino repleto de tesoros turísticos, te espera con los brazos abiertos, con una oferta diversa y fascinante, esta región ofrece una gama inigualable de actividades y lugares para explorar.
Desde sus enigmáticas zonas arqueológicas, con 19 sitios abiertos al público, hasta más de 3 mil cenotes, más de 100 de ellos adecuados para visitas y disfrute.
Además, siete Pueblos Mágicos y una ciudad cosmopolita que se sumerge en la antigua Cultura Maya, la cual sigue vibrando en cada rincón y tradición, convirtiéndola en la capital cultural y culinaria del Sureste mexicano.
No hay mejor manera de honrar a tus abuelos que llevándolos a disfrutar de la belleza natural y cultural que Yucatán tiene para ofrecer.
El clima cálido durante todo el año les permitirá explorar cada rincón de este hermoso estado mientras se sumergen en su encanto único.
Sumérgete en la selva maya y las haciendas encantadas
En la selva Maya, encontrarás majestuosas haciendas que alguna vez produjeron el codiciado «oro verde» conocido como henequén.
Estas haciendas han sido restauradas y transformadas en encantadores hoteles boutique, ofreciendo un ambiente acogedor y único.
En Hacienda Temozón, por ejemplo, podrán disfrutar de un masaje en el interior de un cenote, donde la conexión con la herencia maya y la tranquilidad del entorno se unen en una experiencia relajante y memorable.
Explora el legado religioso yucateco
Si tus abuelos valoran lo religioso, Yucatán es un lugar ideal para explorar su fe y espiritualidad.
Desde la perspectiva católica hasta las antiguas tradiciones mayas, podrán visitar iglesias, conventos y zonas de culto que resaltan el rico patrimonio religioso de la región.
Destinos como Izamal, con su imponente Convento de San Antonio de Padua, o el Santuario de los Reyes Magos de Tizimín, son experiencias inolvidables en este viaje espiritual.
Crea una hamaca en una aldea maya
En la comunidad de Ek Balam, tendrán la oportunidad de sumergirse en la vida de las comunidades mayas y participar en la creación de una hamaca personalizada.
Además de conocer las tradiciones locales, podrán disfrutar de una noche tranquila en cabañas tradicionales y deleitarse con auténticos platillos regionales.
Degusta los sabores de Yucatán
La gastronomía yucateca es un festín para los sentidos, fusionando sabores mayas y europeos en una mezcla exquisita.
En Yaaxche Centro Etnogastronómico en Halachó, podrán participar en la elaboración de platillos auténticos como el polcán de toksel.
Si buscan una experiencia gastronómica, en Santa Elena, tendrán la oportunidad de cocinar y saborear el tradicional pollo pibil, cocido en el pib (horno bajo tierra).
Y en el parador turístico Yaxunah, podrán sumergirse en la preparación de «El Recado», una pasta de especias esenciales en la gastronomía yucateca.
Descubre la capital cultural del sureste: Mérida
“La blanca” Mérida, capital de Yucatán, cuenta con un gran acervo cultural y arquitectónico que enamora a todos aquellos que la visitan.
Desde el Museo Casa Montejo, una joya del renacimiento plateresco, hasta el majestuoso Teatro Peón Contreras, donde podrán sumergirse en la historia y el arte.
El Museo Interactivo del Palacio de la Música es un espacio moderno para toda la familia, mientras que el Paseo Montejo ofrece una vista impresionante de la arquitectura europea y un recorrido en bicicleta es una forma encantadora de explorar esta encantadora ciudad.
Los recorridos nocturnos son de los preferidos en Mérida, donde la bici-ruta se realiza desde el parque de Santa Ana, hasta el Monumento a la Patria, teniendo la oportunidad de admirar la proyección del vídeo mapping que ahí se proyecta.
Cada momento compartido en este destino mágico quedará grabado en sus memorias para siempre.
¡No dejes pasar la oportunidad de crear recuerdos únicos y significativos junto a tus seres queridos en Yucatán!
