A un año del recrudecimiento de la violencia por pugnas en el Cártel de Sinaloa, miles de ciudadanos de Culiacán se manifiestan vestidos de blanco
La mañana del domingo, un gran contingente de personas marchó en Culiacán, Sinaloa, para exigir paz y justicia en medio del clima de violencia que ha marcado al estado tras la pugna entre las facciones de “La Mayiza” y “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa.
Los asistentes, vestidos de blanco y con pancartas en mano, se concentraron en la escalinata de La Lomita, desde donde partieron para demandar seguridad, justicia para las víctimas de asesinatos y la localización de personas desaparecidas.
Previo al inicio, el obispo de la diócesis de Sinaloa, Jonás Guerrero, hizo un llamado espiritual: “Nos reunimos para proclamar con fe firme que el mal no tiene la última palabra porque el amor de Dios es más fuerte que la violencia. Nuestra marcha es oración en movimiento, cada paso es una súplica por la paz”, expresó.
Los manifestantes también pidieron la atención del gobernador Rubén Rocha Moya y de la presidenta Claudia Sheinbaum, al recalcar que la situación de violencia ha alcanzado niveles críticos.
Organizadores de la movilización subrayaron que la convocatoria fue totalmente ciudadana, sin participación de partidos políticos ni grupos de interés.
Entre los asistentes destacaron trabajadores del Hospital Civil de Culiacán, centro médico que junto con otros dos hospitales fue blanco de ataques armados recientes, donde murieron al menos cinco personas.
La marcha, marcada por el dolor y la esperanza, buscó enviar un mensaje claro: los sinaloenses quieren vivir en paz y sin miedo.
