Por Patricia González Miranda
Dentro de los pilares del Gobierno de la 4ta. Transformación, se encuentra en primer lugar, el combate a la corrupción. Ese daño lacerante que ha dejado al país en la ruina durante años pasados. Para poder combatir este mal en el sector público y privado debemos entenderla y estudiar a fondo la problemática.
¿Qué es la corrupción?… es el abuso del poder público para obtener un beneficio privado, individual o colectivo teniendo consecuencias revelando pérdidas que pueden llegar a ser enormes, tanto en términos económicos como en costos humanos de tortura, sufrimiento o muerte.
La mejor manera de combatir la corrupción es conocerla, involucrarte y actuar.
Para que exista la corrupción se requiere por lo general de DOS PARTES. El que recibe y el que da y por lo general se da entre un servidor público y el sector privado o individuo. Este se da a través de: soborno (cohecho), tráfico de influencias, peculado (enriquecimiento ilícito), coalición de servidores públicos (conspiración), nepotismo (apropiación de cargos públicos) y colusión.
Los beneficios extraordinarios de la corrupción conllevan un costo social muy caro y en México lo estamos padeciendo en índices muy altos. De 198 países evaluados en el 2019 (según Transparencia Internacional) estamos en el lugar 130 siendo 198 el más corrupto cuando en 1996 nos encontrábamos en el lugar 38.
En el Periodo Colonial todos los funcionarios públicos pasaban por el proceso “Juicio de Residencia” (es un proceso judicial en el que se recababan pruebas para demostrar si había existido corrupción o no, apropiándose de los fondos de La Corona. No hacía falta una acusación, era un procedimiento regular para todos los funcionarios) al terminar su cargo y antes de poder ocupar cualquier otro puesto.
Durante la Guerra de Independencia, los ejércitos insurgente y realistas estimularon el reclutamiento y los combates con el Botín de Guerra. Después de ocupar una ciudad se saqueaba (como fue el caso de Guanajuato), lo que era legalmente permitido como parte de los ingresos de la tropa. Esto duró desde la guerra de Independencia hasta después de la Revolución Mexicana, incluso con la Guerra Cristera.
Con la Revolución Mexicana, en el siglo XX, este fenómeno de corrupción se acrecienta. Grupos revolucionarios y ejército federal protegen a comerciantes y terratenientes, a cambio de dinero y valores. Finalmente terminan sentando un precedente de cultura frente a la corrupción.
Más allá de los múltiples casos y escándalos que podemos referir a lo largo de la historia del país, lo que interesa es tratar de entender cuáles son las condiciones históricas y cuáles han sido las consecuencias de ese desarrollo histórico para comprender la corrupción desde el presente.
En la década pasada se desarrolló un Marco Legal Internacional para combatir la corrupción. Este marco incluye la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción o CNUCC, la cual entró en vigor en el año 2005 y cuenta hoy con 168 miembros, y la Convención Sobre Lucha Contra el Soborno de Funcionarios Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales, la cual entró en vigor en 1999 e incluye 40 estados miembros.
A nivel regional, el Marco Internacional Anticorrupción también incluye las siguientes convenciones y políticas:
Estos instrumentos ordenan que los estados miembros penalicen y castiguen una variedad de prácticas corruptas. Las leyes nacionales relevantes tienen un impacto directo sobre las empresas, especialmente en los estados miembros de instrumentos que exigen el establecimiento de responsabilidad para personas jurídicas por actos corruptos.
La importancia del combate a la corrupción en México y el mundo es prioridad. Como sociedad y desde nuestras trincheras debemos eliminarlo de raíz.
MARCO DE REFERENCIA: