FGR no procederá penalmente por presunta tortura al magnicida Mario Aburto

FGR no procederá penalmente por presunta tortura al magnicida Mario Aburto. Foto Captura

El asesino confeso de Luis Donaldo Colosio alega que fue víctima de tortura el 23 de marzo de 1994 en su trasladado del Tribunal de Justicia al penal de máxima seguridad conocido como El Altiplano

 

La Fiscalía General de la República (FGR) determinó no ejercer acciones penales contra políticos o cualquier funcionario involucrado en la detención y presunta tortura de Mario Aburto, asesino confeso del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio.

Esta decisión fue informada a la jueza segundo de distrito de amparo en materia penal, Xiomara González, quien el 15 de febrero le dio un plazo de tres días hábiles a la FGR para que informara si ya se había autorizado en definitiva el no ejercicio penal.

“Agréguese el oficio y anexo remitido por la autoridad responsable, informa que ha sido autorizada la consulta de no ejercicio de la acción penal de la averiguación previa, con las actuaciones y lo informado por la autoridad ejecutora”, mencionó la autoridad judicial.

Con base en la lista de acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), la autoridad dio un nuevo plazo de tres días para que la FGR de vista a Mario Aburto y manifieste “lo que a su derecho convenga”. Señala.

Hoy lunes 26 de febrero, en listas judiciales, la juzgadora publicó que la autoridad responsable le informó que ha sido autorizada la consulta de no ejercicio de la acción penal de la averiguación previa.

En consecuencia, la jueza dio un plazo de tres días para que Mario Aburto y su defensa expresen lo que consideren pertinente.

Mario Aburto actualmente está interno en el Centro Federal de Readaptación Social 12 de Guanajuato, por ser penalmente responsable del delito de homicidio calificado con premeditación y alevosía, así como por portación de arma de fuego sin licencia.

Aburto asegura que fue víctima de tortura el 23 de marzo de 1994 durante su trasladado del Tribunal de Justicia al penal de máxima seguridad conocido como El Altiplano, ubicado en el Estado de México (Edomex).