Impacta asesino serial anciano que se comía a sus víctimas en Edomex

El hombre de 72 años de edad a quien apodaban “El Chino”, era un tipo tranquilo, callado, aunque llegó a ser líder en su colonia e incluso formó parte del Consejo Ciudadano de Atizapán de Zaragoza. Lo que escondía era espeluznante: en el sótano de su humilde vivienda, mataba y descuartizaba a sus víctimas, todas mujeres.

Miriam Hernández  

Edomex. -Quienes lo conocían jamás imaginaron que don Andrés, el viejo solitario al que veían pasar para comprar víveres, era un asesino serial y que además se comía a sus víctimas. 

Todos los testimonios que se han vertido, luego de quedar al descubierto la serie de crímenes en contra de mujeres, coinciden que el hombre era callado, pero saludaba a quienes encontraba a su paso.  

Impactados, los vecinos fueron testigos de la detención de Andrés N, quien vivía en el municipio de Atizapán de Zaragoza y hoy se sabe asesinó a por lo menos una veintena de mujeres. 

En una de sus primeras declaraciones, confirmó que se comía parte de algunas de sus víctimas, lo cual dejó aún más sorprendidos a quienes lo conocían, pues no solo se trata de un asesino serial, sino de un descuartizador y caníbal. 

Por ello, ante la peligrosidad que representaba, agentes de la fiscalía de estado de México, se lo llevaron detenido, esposado de pies y manos. 

Una vez fuera de su casa y con toda la información que el hombre dio a las autoridades, peritos en criminalística entraron para realizar el cateo y lo que encontraron fue estremecedor, ropa de mujer, bolsos de mano, zapatos, maquillaje, cabelleras completas y restos óseos además de credenciales de elector, así como vídeos de los crímenes los cuáles cometió desde hace 20 años. 

Conforme avanzan las excavaciones en la vivienda, los hallazgos son reveladores pues nunca nadie se imaginó que en la modesta casa ubicada en Calle Las Margaritas, número 25 de Lomas de San Miguel, había un cementerio clandestino de por lo menos 20 víctimas. 

La última mujer que sucumbió en manos de Andrés, fue Reyna, tenía 34 años de edad y fue encontrada desmembrada en el sótano de la vivienda. Gracias a su búsqueda fue como se terminó con esta cadena de crímenes que quedarán en la historia de Atizapán de Zaragoza. 

La mujer desapareció el 14 de mayo en Atizapán y las investigaciones para dar con su paradero, llevó a la policía hasta la casa de Andrés, ya que algunas personas indicaron que sostenían una amistad, aunque ya estaba desgastada pues la mujer deseaba romper todo vínculo con él. 

Ese fue el hilo que llevó a la policía a descubrir a este asesino serial que ya está recluido en el Penal de Tlalnepantla, en calidad de imputado por el feminicidio de Reyna, aunque con todos los hallazgos podría ser juzgado y alcanzar la cadena perpetua por femicidios como el de Flor Nínive Vizcaino, quien desapareció en octubre de 2016 y el resto de las victimas que poco a poco se sabrá quiénes y cuántas eran en total. 

Para sus vecinos, esto que ocurrió es aterrador pues don Andrés, quien llegó como residente de la zona hace unos 30 años y por la confianza que le tenían ocupó cargos dentro del Consejo de Participación Ciudadana de Atizapán y además, era líder de su colonia. El caso de Andrés y de sus víctimas, se añaden a la larga lista de historias terroríficas que ocurren en el Estado de México.