La relación de Galilea Montijo y Beltrán Leyva en el nuevo libro de Anabel Hernández

El nuevo libro de Anabel Hernández da más detalles de la supuesta relación entre la conductora y el capo

Nuevo libro, nueva polémica genera ‘Las señoras del narco, amar el infierno’, de Anabel Hernández, donde afirma que Galilea Montijo recibía casi 4 millones de pesos mensuales de Arturo Beltrán Leyva.

Anabel Hernández comentó que a través de su libro, ella únicamente está escribiendo el testimonio de Celeste, expareja del narcotraficante y madre de su hija.

En el libro, Celeste expone su vida y cómo ella llegó a ser una de las mujeres de Arturo Beltrán Leyva; después habla de las mujeres que fueron parte de la vida de su expareja, una de ellas, Galilea Montijo.

Según lo narrado por Anabel Hernández, tanto Celeste como otros hombres que eran trabajadores de Arturo vieron a Galilea. «No sólo Celeste las vio, hubo todo un grupo de criminales, porque todas estas mujeres iban a Acapulco a visitar al capo a una casa cercana a Perisur, que era el nidito de amor de Arturo Beltrán Leyva».

Afirma la autora que el libro fue hecho con mucho cuidado: «El testimonio está crudo y sin censura porque era necesario explicar hasta qué nivel estas mujeres alimentan a la bestia».

«A Galilea Montijo dicen que le pagaba hasta 200 mil dólares al mes (tres millones 400 mil pesos) al inicio por su compañía emotiva y sexual, a tal grado que los propios sicarios y lugartenientes de Arturo Beltrán Leyva estaban enojados, les parecía indignante… Se sentían ofendidos porque le pagaban mucho dinero a una mujer que no arriesgaba la vida por él y a ellos les pagaba menos», mencionó Anabel.

La relación entre Montijo y el líder criminal inició a mediados de 2004. «Galilea era todo el tipo de Arturo Beltrán Leyva, no era el top, pero sí era su tipo. Le gustaban morenas de piel, de rasgos muy mexicanos. Yo la vi con Arturo». Es el testimonio de Celeste.
«Ahí vi perfectamente a Galilea… Llevaba un enterizo, un jumpsuit de flores de colores, se veía muy exuberante», dijo Celeste.

«Me puse a platicar con Arturo y me dijo: ‘No, pues ya la tengo de planta’, refiriéndose a Montijo… Entré a la recámara y ahí estaban las cosas de ella. ‘Ah, cabrón, ya tenemos matrimonio. ¿Y pa’ cuándo el anillo?’, le dije. Pero sin celos, más bien como broma. ‘No, pues ya somos novios’, me respondió».

De acuerdo con Celeste, la llegada de Galilea causó incomodidad en sus allegados, debido a las exorbitantes cantidades de dinero que le daba.

«Empezó dándole 200 mil dólares en nómina (casi 4 millones de pesos). En nómina significa que se los daba mensualmente, como a su esposa, aunque a ella le daba mucho más… pero a lo que me refiero es que le daba dinero para sus gastos como si fuera su esposa», señala.

Según Celeste, una persona conocida como ‘El Ghost’ era quien le llevaba el dinero a Galilea en la Ciudad de México.