Postura de México tras ruptura diplomática de Perú por otorgar asilo a Betssy Chávez, ex primera ministra de Pedro Castillo; afirma que la decisión esta plenamente sustentada en el derecho internacional
El gobierno de México calificó como “injustificada” la decisión del gobierno de Perú de romper relaciones diplomáticas, luego de que la administración mexicana otorgara asilo político a Betssy Chávez, exprimera ministra del destituido presidente Pedro Castillo.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respaldó la medida, asegurando que el otorgamiento del asilo “está plenamente fundamentado en el derecho internacional y en la tradición humanista de México”.
“México ha sido, es y seguirá siendo un país solidario con quienes enfrentan persecución política. Este es un acto soberano y legal”, subrayó la mandataria.
Por su parte, Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte y representante del canciller Juan Ramón de la Fuente, explicó que la decisión se tomó tras un análisis conjunto entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Gobernación, conforme a la Constitución mexicana, la Convención de Caracas sobre Asilo Político y la Ley sobre Refugio, Protección Complementaria y Asilo Político.
“El gobierno de México otorgó asilo a la señora Betssy Chávez y solicitó al gobierno de Perú que le conceda el salvoconducto correspondiente para abandonar ese país”, señaló Velasco.
El funcionario añadió que, pese a la decisión del gobierno peruano, México no romperá los lazos con el pueblo de Perú:
“Actuamos de forma pacífica, con un sentido humanitario. La amistad entre los pueblos de México y Perú continúa”, enfatizó.
En tanto, Pablo Monroy Conesa, director general para América del Sur, sostuvo que el caso de Betssy Chávez está directamente vinculado con la persecución política que enfrenta el expresidente Pedro Castillo, destituido en diciembre de 2022 en medio de un proceso que —según México— presenta irregularidades.
“La decisión mexicana responde a principios humanitarios y de protección internacional; no constituye una injerencia, sino una obligación moral y jurídica”, afirmó Monroy.
La relación diplomática entre México y Perú vive uno de sus momentos más tensos desde que se pusiera fin al gobierno de Castillo. La administración mexicana reiteró que mantendrá abiertas las vías consulares y el diálogo respetuoso entre ambas naciones.


































































