El robo de combustible comúnmente conocido como “huachicol”, nuevamente puso en riesgo a familias de Hidalgo, y pone en la mira a la entidad que vuelve a cerrar este 2022 como el estado que encabeza la comisión de este ilícito a nivel nacional con 3 mil 646 tomas clandestinas detectadas hasta el corte al mes de noviembre.
El último suceso que llamó la atención fue el ocurrido en Epazoyucan, el cual provocó la movilización de los cuerpos de emergencia federales, estatales y municipales, pues al atender una fuga de combustible, accidentalmente un trabajador provocó una explosión, el saldo un muerto y siete heridos, pero, pudo haber sido peor pues el poliducto pasa en medio de la comunidad de la comunidad de Xolostitla.
Por eso, el llamado del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, a no solapar el “huachicoleo”, es más que oportuno, y como ya lo ha dicho, su gobierno combatirá este hurto que se hace a Pemex y a la nación y con ello, pretende dejar atrás este nada honroso primer lugar que ocupa el estado.
La voluntad del gobernador es clara, falta que la población más allá de “proteger”, denuncie a quienes se dedican a extraer de manera clandestina los hidrocarburos que viajan a través de ductos, poliductos o gasoductos que corren en medio de comunidades enteras y son verdaderas bombas de tiempo si son manipuladas clandestinamente.
Datos de la Fiscalía General de la República (FGR), indican que fueron localizadas 3 mil 646 tomas clandestinas en los últimos 11 meses de 2022 en la entidad, lo que confirma que Hidalgo, seguido de Edomex, Puebla y Guanajuato es donde más se roban las gasolinas, el Diesel, la turbosina y hasta el gas LP.
Para el mismo periodo del año, hay más de 248 carpetas de investigación, más de un millón de litros de combustibles recuperados, casi 100 personas relacionadas al “huachicol”, han sido puestas a disposición y se han asegurado 10 tractocamiones con cisterna, más de mil 500 contenedores, así como bienes inmuebles.
Ello, a pesar de la vigilancia a los ductos por parte de la Sedena y Guardia Nacional.
Parece que nada detiene este delito que se goza del amparo de las propias comunidades que han encontrado una forma para enriquecerse, por ello, es muy común que, ante la incursión policiaca, la gente se enfrente a las autoridades y proteja a los huachicoleros.
La acción gubernamental está, la voluntad política para el combate a este delito, ahí está, solo falta la valentía de la gente para denunciar a quienes encabezan estas bandas criminales que roban a la nación y como hemos visto, roban la paz y la tranquilidad de comunidades enteras e incluso en distintas ocasiones cobran la vida de las personas y Tlahuelilpan, es el más claro y duro ejemplo de ello.