La administración de Américo Villarreal retiró la protección al alcalde Noé Ramos asesinado el viernes en Tamaulipas, pese a múltiples denuncias de amenazas
El asesinato de Noé Ramos, alcalde con licencia de El Mante que buscaba la reelección por la alianza PAN-PRI, ha suscitado una ola de indignación tras revelarse que hace un año le fue retirada la escolta de seguridad, a pesar de haber denunciado reiteradas amenazas de muerte.
Según testimonios de allegados, la administración del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, le retiró la protección de seguridad a Ramos, a pesar de sus advertencias sobre posibles riesgos para su vida y la de su familia.
El presidente municipal asesinado había enviado al menos tres oficios al secretario general de Gobierno del Estado, Héctor Joel Villegas, en mayo y junio del año pasado, donde notificó la retirada de su escolta, que había sido asignada apenas en diciembre de 2022.
En uno de los textos, Ramos hizo hincapié en las amenazas provenientes de grupos criminales y dejó claro que responsabilizaba al mandatario estatal y al secretario de Seguridad, general Sergio Chávez, en caso de cualquier incidente contra él o su familia.
El diputado federal panista con licencia, Gerardo Peña Flores, aseguró que se alertó a las autoridades en tiempo y se exigieron garantías para la seguridad de Ramos, pero estas no fueron suficientes para evitar lo ocurrido.
Hasta el momento, las autoridades no han reportado ninguna detención relacionada con el asesinato de Ramos, mientras que su principal rival por la alcaldía, la morenista Patty Chío de la Garza, quien fue nombrada candidata de manera inusual el 11 de marzo, continúa bajo el escrutinio público, especialmente después de su conexión con la dirigente estatal de Morena, Yuriria Iturbe, cercana al gobernador Villarreal.
