¡Ay, señora, como le gusta el chisme!
Y yo digo: ¡Ay, pero que irresponsable es usted señor! Sabe que su pi…. perro es agresivo y usted lo sigue sacando sin correa. ¿Qué espera?
Por Vikie López
Esta es la sexta ocasión que me ataca cuando salgo a caminar, cuando paso por el sexto retorno de la calle de Pinos, en el Fraccionamiento Villas del Álamo, en Mineral de la Reforma.
Hace tiempo me mordió en el muslo derecho, no alcanzó a clavar sus colonillos porque me quede estática, pero del impacto de su agresión me dejo un hematoma por varios días y el susto.
Hace algunos días me acompañaba mi hijo y al coincidir nuevamente con esta “bestia” y el animal fuimos atacados por el perro. Aprendí que, si me quedo estática, paralizada, el perro se detiene y espero hasta que su “líder” llegue por él y le ponga la correa.
Así que le dije a mi hijo, ¡Detente! No te muevas. Nos quedamos ahí, sin movernos, hasta que vino el hombre. Entonces mi hijo considero que podíamos seguir nuestro camino cuando en el primer movimiento que hizo, el perro lo mordió en la entrepierna, afortunadamente no fue profunda la mordida, pero también le dejo un hematoma por más de 15 días.
Fui prudente, me quede con la impotencia, el susto y la culpa de que hubiera atacado a mi hijo a quien invité esa mañana me acompañara a mi caminata.
Ante la muestra de tal irresponsabilidad, dudo que tenga esquema de vacunación. Ambos son un riesgo latente.
Si llegan a toparlos, y ven venir al perro hacia ustedes quédese quietos, no se muevan, quedar paralizados los puede salvar de ser atacados.
Hoy me volvió a atacar. Pero no lo vi venir, me llegó por detrás ¿Qué espera? Que su animal cometa una desgracia mayor para tomar medidas. El animal no lo obedece cuando esta en persecución. Estoy confundida no sé quién es el animal y quien es la ‘bestia’.