Sheinbaum condena violencia en protestas de la CNTE: “Es provocación”

Sheinbaum condena violencia en protestas de la CNTE: “Es provocación”. Fotocaptura

Tras incendio en sede del SNTE, Sheinbaum pide manifestaciones pacíficas y reitera que el diálogo con la CNTE está abierto a través de instancias del Gobierno

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció este viernes sobre las recientes protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), particularmente tras el incendio en las oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), registrado el jueves en la Ciudad de México.

Desde la Mañanera del Pueblo, desarrollada en el Palacio Nacional, Sheinbaum reprobó los actos violentos llevados a cabo por un grupo de manifestantes, asegurando que ese tipo de acciones no contribuyen a resolver el conflicto ni generan simpatía social.

“Las manifestaciones deben ser pacíficas o que haya un deslinde. No estamos de acuerdo con estas formas de manifestación”, fue tajante.

Ante la pregunta de medios presentes, la presidenta consideró que estas expresiones constituyen una provocación, y reiteró que si el objetivo de la CNTE es obtener respaldo popular, deben modificar su estrategia de presión.

“Si lo que ellos quieren ganar es el apoyo popular para sus demandas, esas no son las formas. Es provocación, así lo vemos”, añadió.

Sheinbaum recordó que su gobierno mantiene abierta la vía del diálogo con la CNTE, aunque subrayó que no es indispensable que ella encabece personalmente las reuniones, pues existen funcionarios capacitados para avanzar en las negociaciones.

El pronunciamiento ocurre en un contexto tenso, luego de que integrantes de la CNTE irrumpieran en las instalaciones del SNTE, donde prendieron fuego a mobiliario y objetos simbólicos, coincidiendo con la realización de un evento interno por el Día del Maestro.

El incidente ha generado críticas de diversos sectores y reavivó el debate sobre los límites de la protesta social, el papel de los sindicatos y la capacidad del Estado para mantener el orden sin reprimir el derecho a la libre expresión.