La empresa mexicana Iconn, dueña de 7-Eleven y Petro Seven, adquirirá el negocio y marca de la energética europea Shell Mobility
El gigante energético europeo Shell Mobility anunció su salida del mercado mexicano, al concretar la venta de su negocio y el uso de su marca en México a la empresa nacional Iconn, propietaria de las reconocidas cadenas 7-Eleven y Petro Seven.
La decisión marca un cambio significativo en el panorama del sector energético y de combustibles en el país, donde Shell había buscado posicionarse tras la apertura del mercado mexicano a la inversión extranjera en años recientes.
La operación incluye las estaciones de servicio, infraestructura y derechos de marca, lo que permitirá a Iconn expandir su presencia en el sector energético con mayor solidez.
Aunque Shell no ha detallado públicamente las razones de su retiro, analistas del sector energético consideran que factores como la alta competencia, cambios regulatorios y condiciones operativas podrían haber influido en la decisión de desinversión.
Sin embargo, especialistas señalan que la decisión de Shell de ‘retirarse’ de México ocurre tras la revelación de red de huachicol fiscal con la llegada de un megabuque de Estados Unidos con diésel ilegal. Aunque hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial de Shell y de las autoridades mexicanas.
Por su parte, Iconn ha destacado que la adquisición representa una estrategia de fortalecimiento y diversificación, alineada con su crecimiento sostenido en las áreas de conveniencia y combustibles. La empresa no ha precisado si mantendrá el uso de la marca Shell o si las estaciones cambiarán completamente a Petro Seven.
Con esta transacción, Iconn reafirma su posición como uno de los jugadores clave del mercado energético en México.
El anuncio ocurre en un contexto relevante para el sector energético. En abril pasado, el gobierno federal suspendió temporalmente los permisos de importación de combustibles a la empresa estadounidense Valero Energy. Esta acción se dio en el marco de una ofensiva más amplia contra el contrabando fiscal de combustibles, también conocido como “huachicol fiscal”.